SPA DE 10: QUE EL CHICLE ¿ESTIMULA EL FLUJO SANGUÍNEO EN EL CEREBRO?

LO QUE EL CHICLE HACE EN TU VIDA

Es típico, después de comer no falta la persona que pregunta ¿ALGUIEN TIENE UN CHICLE? O antes de una reunión, o fiesta siempre habrá aquella amiga que tenga siempre un paquetito en su bolsa. Este deliciosa golosina tiene muchos más efectos de los que imaginamos en el organismo más allá de solo darnos buen aliento o quitarnos el ansia.

Te los contamos:

PROS:

DISMINUYE LA ACIDEZ EN LA BOCA: Normalmente, reducir la acidez de la boca lleva al cabo de una hora. Cuando masticamos chicle, la producción de saliva es mucho mayor y eso ayuda a que este proceso se lleve a cabo entre 20 y 30 minutos.

MITIGA EL HAMBRE: Después de varios estudios se ha comprobado que al comer mucho dulce, lo que menos se antoja después es más azúcar. Cuando comemos chicle, eso es lo que pasa. El cerebro capta el azúcar del chicle así como el tiempo que lo masticamos, lo que provoca una sensación de saciedad en el cerebro.

ACELERA EL METABOLISMO: Masticar continuamente ha demostrado que puede acelerar el metabolismo en hasta un 20%, ayudando a quemar hasta 1000 calorías en un mes.

DESESTRESA: El masticar continuamente, estimula el flujo de sangre en el cerebro, lo que ayuda a reducir el estrés y aliviar la ansiedad y la tensión en hasta un 30%

AGILIZA LA MENTE: YA QUE ESTIMULA EL FLUJO SANGUÍNEO EN EL CEREBRO, se ha comprobado mediante estudios que es UN GRAN ESTIMULANTE MENTAL, por lo que ayuda al aprendizaje y a la retención de la memoria.

CONTRAS:

PROBLEMAS DE MANDÍBULA: El estar masticando continuamente chicle, puede llegar a causar desgaste en la articulación temporal-mandibular, causando dolor y molestias en la mandíbula.

PROVOCA GASES O MALESTAR ESTOMACAL: La mayoría de los chicles contiene una sustancia llamada "SORBITOL". Esta sustancia consumida en exceso, puede llegar a tener un efecto laxante, que además de provocar malestar estomacal, puede causar diarrea.

NASTY HABIT: En muchos lugares, el masticar chicle puede ser captado como un hábito de mala educación o asqueroso.