Y PARA QUÉ SIRVE
¿Alguna vez escuchaste hablar sobre qué es la polenta y para
qué sirve?
Bueno, si nunca oíste sobre ella o no creciste en una familia de italianos es
muy poco probable.
Se trata de UNA HARINA DE MAÍZ AMARILLO (gruesa
o escamosa) originaria de Italia, a la que puedes hervir y gracias a su
versatilidad, se puede emplear para preparar platillos dulces o salados, en
este destino es común servirla como guarnición de pescados o mariscos.
Los granos que se muelen son del maíz pedernal, una
variedad muy abundante en Italia y que cuenta con menos almidón, razón por la
que esta no resulta tan cremosa como la sémola.
Pero, ¿cómo se prepara la polenta? Este plato tradicional del
norte del país europeo requiere pocos ingredientes de la despensa como: agua o
caldo, mantequilla, sal y pimienta, aunque si deseas un resultado más
caprichoso puedes agregar queso parmesano.
El origen de esta sencilla delicia tiene raíces humildes, PERO
NO POR ESO, MENOS IMPORTANTES Y MENOS NUTRITIVAS, ya que data desde la
época del imperio Romano cuando se utilizaba para alimentar a las tropas de
soldados.
Al descubrimiento del “nuevo mundo” en 1942, se reemplazó el trigo
por el maíz para elaborarlo, además ESTE CEREAL RESULTABA MÁS FÁCIL
DE PLANTAR.
En Italia no es el único lugar donde se puede degustar, ya
que también es muy popular en países de Latinoamérica, donde existe influencia
italiana como en Uruguay, Chile y Argentina
¿CÓMO PREPARAR POLENTA
COMO UNA EXPERTA?
Solo debes dejar que hierva en 4 tazas de agua o caldo de
pollo, incorpora una hoja de laurel o algunas de tomillo para darle más sabor.
Una vez que esté hirviendo, INCORPORA UNA TAZA DE POLENTA Y UNA
CUCHARADITA DE SAL Y BATE.
Reduce el fuego a medio-bajo y deja cocinar; revuelve
ocasionalmente para evitar que la polenta se pegue en tu olla o se formen
grumos. Luego de 40 minutos estará lista o hasta que tenga una apariencia
suave y cremosa.
