martes, 20 de septiembre de 2016

SPA DE 10: ¡EL ENEMIGO EN LA PANZA!



LA GRASA, ENGORDA MÁS QUE EL AZÚCAR


En la actualidad, distintas iniciativas buscan moderar la ingesta del azúcar, sin embargo, un grupo de investigadores realizaron un nuevo estudio, el cual indica que LAS GRASAS SON LAS RESPONSABLES DE LA MAYOR INGESTA CALÓRICA TOTAL.

En el proyecto, la evidencia sugiere que, si la gente se concentra en reducir algún tipo de alimento, éste se compensa al comer otro en lugar de bajar sus calorías totales, lo que se le conoce como el “sube y baja de azúcar y grasa”.

“El mensaje crítico es que LA GENTE NECESITA REDUCIR SU INGESTA CALÓRICA TOTAL”, señaló la directora del Instituto de Salud y Bienestar de la Universidad de Glasgow, Escocia, Jill Pell.

“Si centrar la atención en los azúcares tiene como resultado que la gente consuma más papas fritas, entonces no podremos luchar contra la obesidad”, agregó la también coautora de este análisis.

Para el desarrollo del estudio, los especialistas investigaron a 132 mil 479 personas de todo el Reino Unido, a quienes se le realizaron cuestionarios sobre sus dietas y se les tomaron medidas corporales en la clínica.

De acuerdo con un comunicado, de las personas que se sometieron al estudio: 66% de los hombres y 52% de las mujeres presentaban sobrepeso u obesidad.


En el estudio, los indicadores más fuertes de índice de masa corporal (IMC) fueron LAS CALORÍAS TOTALES Y LAS PROVENIENTES DE GRASAS.

Además, en comparación con la gente de peso normal, LAS PERSONAS CON SOBREPESO U OBESIDAD OBTUVIERON UNA MAYOR PROPORCIÓN DE CALORÍAS DERIVADAS DE GRASAS, pero menor en calorías nativas de azúcares.

El doctor del Instituto de Ciencias Cardiovasculares y Médicas de la Universidad de Glasgow, Jason Gill, comentó que la gente con sobrepeso y obesidad consume más calorías que aquellos con peso normal.

“Sin embargo, consume una menor proporción de calorías provenientes de azúcares y una mayor proporción de calorías provenientes de grasas”, afirmó el coautor de la investigación.

“Por lo tanto, es importante no solamente enfocarse en REDUCIR LA INGESTA DE AZÚCARES, sino también hacer énfasis en reducir el consumo de grasas”, añadió.

El estudio se encuentra publicado en la revista PNAS, el cual se realizó con datos de UK Biobank y contó con el apoyo del Fondo Patrimonial Paterson de la Universidad de Glasgow.

VERDADES SOBRE LA COMIDA PICANTE

EL AJÍ, LOS JALAPEÑOS, EL JENGIBRE Y LA CÚRCUMA. Todos estos alimentos tienen en común que al entrar en contacto con la boca provocan una sensación de ardor, calor o quemazón. Placentera para algunos, molesta para otros, lo cierto es que el picor de estos alimentos está dado por un compuesto químico llamado capsaicina, y en el caso de la cúrcuma por la curcumina. Ambos reaccionan con las neuronas sensitivas de la mucosa y la piel de la boca, produciendo esa sensación de picor, que en altas dosis puede llegar incluso a ser dolorosa. Por ese motivo el cerebro produce endorfinas, para así reducir dicho malestar.

Desde el punto de vista culinario LOS PICANTES MEJORAN EL SABOR DE LAS COMIDAS, incluso pueden reemplazar de forma parcial o total ingredientes menos recomendables como la sal, el azúcar o salsas muy calóricas. Y para la salud poseen varios beneficios, principalmente por su potente poder antiinflamatorio y antioxidante.

BENEFICIOS
El doctor Roberto Gabarroche, nutricionista de clínica Avansalud, detalla sus beneficios:

Al ingerirlos otorgan saciedad precoz por el picor que producen, por lo que es una buena alternativa para reducir la ingesta de calorías en quienes deseen controlar el peso corporal.

Son alimentos con un bajo o nulo aporte calórico.

Contienen vitaminas A y C, las que refuerzan las paredes de las arterias promoviendo una adecuada circulación sanguínea, regulando la presión arterial.

– Algunos estudios asocian MEJORES PATRONES DE SUEÑO en quienes consumen regularmente alimentos o comidas picantes.

– Al consumirlas elevan los niveles de endorfina y serotonina, aumentando la sensación de bienestar y mejorando el estado de ánimo en situaciones de estrés, previniendo la depresión leve.

Actúan como expectorante en casos de infecciones respiratorias, asma o bronquitis crónica.

Poseen propiedades antiinflamatorias, especialmente a nivel cardiovascular; controlan los niveles de colesterol en sangre y mantienen la indemnidad de las paredes arteriales.

Reducen o alivian los síntomas de la gripe, especialmente la congestión nasal.

– A nivel de la farmacología, la capsaicina ha sido empleada como PRINCIPIO ACTIVO EN LA ELABORACIÓN DE FÁRMACOS DESTINADOS A NEURALGIAS, NEUROPATÍA DIABÉTICA Y AFECCIONES DIFUSAS EN LA PIEL.

SE DICE QUE…
– Ayudan a adelgazar
Si bien no existe un sustento científico que lo avale, sí podría ayudar a mantener o disminuir el peso ya que los alimentos picantes pueden otorgar una saciedad precoz por el picor que producen, además de ser alimentos con un bajo o nulo aporte calórico. “Es una buena alternativa para reducir la ingesta de calorías en aquellas personas que desean controlar su peso corporal”, dice Roberto Gabarroche, pero aclara que no es efectivo que eleven el metabolismo o que quemen grasas. “El eje principal en la reducción del peso es considerar hábitos saludables que incluyan actividad física, una alimentación equilibrada y supervisada por un nutricionista”, explica.

– Ayudan a combatir el cáncer
Efectivamente hay diversos estudios que dicen que la capsaicina ayuda a reducir el crecimiento de células cancerosas o que en países donde las dietas son tradicionalmente ricas en este compuesto, como la India, existe una menor tasa de algunos tipos de esta enfermedad. Pero para el nutricionista Roberto Gabarroche estas pruebas no son ni concluyentes ni convincentes al momento de incluirlo como una alternativa de terapia o de prevención del cáncer. Magdalena Acevedo, nutricionista y health coach, tiene otra opinión; según ella las comidas picantes sí han mostrado tener algunos beneficios en el tratamiento, incluso que hay investigaciones que confirman que suprime el crecimiento de las células de cáncer de próstata, sin dañar las células normales.

– Tienen poder saciante
En este punto sí coincide la mayoría de los nutricionistas: la comida picante nos dejan una sensación de saciedad, por lo tanto ayudan a moderar la ingesta de otros alimentos. Esto, porque la capsaicina provoca la síntesis de la hormona colesistoquinina en nuestro intestino delgado. “ESTA HORMONA ES CAPAZ DE REGULAR NUESTRO APETITO”, explica Magdalena Acevedo, y agrega que la colesistoquinina también actúa sobre las neuronas de sustancia gris relacionadas con el dolor y sobre las neuronas del hipotálamo, que controla la ingesta de alimentos. “Por ese motivo podría tener un efecto significativo en la sensación de saciedad”, concluye.

– Combaten la caída del pelo y cicatrizan
“No hay estudios que demuestren que los alimentos picantes tengan efectividad en la caída del pelo ni en la cicatrización”, dice la dermatóloga Carla Muñoz, directora médico de Globaderm, pero sí se ha utilizado la capsaicina en forma tópica para el manejo de dolores cutáneos y también para neuralgias postherpéticas.

OJO
Las personas con antecedentes médicos como alergias a las sustancias presentes en estos alimentos, o problemas a la piel, gastritis, síndrome de colon irritable, hemorroides u otra alteración gastrointestinal, deben evitar su consumo. Además, no es recomendable consumirlos antes de dormir porque pueden causar molestias gastrointestinales o dificultades para dormir en personas sensibles al calor, ya que aumentan la temperatura corporal.

Los alimentos picantes pueden otorgar una saciedad precoz por el picor que producen, además de ser alimentos con un bajo o nulo aporte calórico. “Son una buena alternativa para reducir la ingesta de calorías en aquellas personas que desean controlar su peso corporal”, dice Roberto Gabarroche.

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