viernes, 5 de junio de 2015

SPA DE 10: ¿QUÉ CAUSA UN CAOS A TUS HORMONAS?



¡ENCUENTRA CALMA Y  PAZ!

1. NO TENER TIEMPO SUFICIENTE CON TUS AMIGAS
Desde que vivimos con un horario extra saturado, el tiempo libre para divertirnos con las amigas tiende a estar cada vez más abajo en la lista de pendientes, pero esto en realidad podría descompensar a tus hormonas.

“Las conexiones femeninas elevan la oxitocina que reduce el estrés y los problemas cardiovasculares, prolongando tu vida”, asegura según la ginecóloga Sara Gottfried en su libro The Hormone Reset Diet.

2. MATARTE EN EL GYM
El ejercicio puede estimular las hormonas que te hacen sentir bien como es el caso de la serotonina, pero demasiado tiempo en la caminadora, puede elevar el cortisol (la hormona del estrés) en tu cuerpo a niveles más altos que los normales según investigadores de la Universidad de Nuevo México.

Esto podría afectar tu ciclo menstrual y tu fertilidad. “En su lugar, elige ejercicios como el yoga o pilates”, sugiere la Dra. Gottfried.

3. CONSUMIR ALIMENTOS ENLATADOS
Es más saludable beber de botellas de plástico que estén libres de BPA. Sin embargo, este controversial químico (bisfenol-A) también se encuentra en productos enlatados como sopas y salsas de tomate, según Jen Landa, especialista en hormonas.

“Mientras que la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos dice que es seguro, algunos datos muestran que en realidad interfiere con la fertilidad en las mujeres”, comenta Landa.

Así que si la etiqueta no dice que está libre de BPA, lo mejor es comprar tus alimentos en frascos de vidrio.

4. SEGUIR UNA DIETA BAJA EN GRASAS
Limitar el consumo de grasas buenas como los ácidos grasos omega-3, podría aumentar la inflamación y convertir tu testosterona en estrógeno bloqueando algunos de tus receptores de progesterona.

Todo eso puede hacerte ganar peso, tener ciclos menstruales más intensos y con SPM o desarrollar quistes en las boobs y aumentar tu riesgo a padecer tumores fibroides.

Por eso es recomendable agregar a tu dieta alimentos ricos en grasas saludables como el salmón, las nueces y el aguacate.

5. ABUSAR DE ALIMENTOS CÓMODOS DE CONSUMIR
Productos lácteos, postres, galletas, pastas y panes hechos de harina de trigo blanca pueden elevar tus niveles de cortisol, haciéndote sentir estresada al mismo tiempo que te aumentan de peso.

Otros alimentos que debes limitar son: el azúcar, edulcorantes artificiales (que pueden elevar los niveles de la hormona de insulina), el alcohol y los cereales sin gluten como el arroz y la quinoa. Puedes sustituir estos alimentos con almendras o leche de coco, sugiere la Dra. Gottfried.

6. USAR DEMASIADO DESINFECTANTE PARA MANOS
Así de raro como suena, el usarlo en exceso puede alterar el balance entre las bacterias buenas y malas del cuerpo. Lo que podría resultar en más inflamación y estar apagando tus hormonas.

Aunque no hay datos suficientes como para alzar una bandera roja en contra de estos desinfectantes, ya se investigan los efectos nocivos de estos jabones antibacterianos ya que un químico en particular (el triclosán) puede aumentar los niveles de estrógeno en las mujeres así como suprimir la función de la hormona tiroides tanto en hombres como en mujeres.

7. USAR PRODUCTOS DE BELLEZA CON PARABENOS
El maquillaje, los shampoos, los acondicionadores, las lociones y los geles de baño con parabenos (compuesto químico) podrían estar afectando tu balance hormonal y elevando tu riesgo al cáncer.

Un estudio publicado en el Diario de Toxicología Aplicada, descubrió que el 99% de las muestras del tejido de mama de 40 pacientes con cáncer de mamá, tenían restos de por lo menos un parabeno y el 60% de las muestras tenía por lo menos 5 parabenos. Aunque los científicos no están seguros de la fuente de estos conservadores, es recomendable buscar productos libres de esta sustancia.

8. COMER PRODUCTOS LÁCTEOS NO-ORGÁNICOS Y CARNES

El dinero extra que gastes en la versión orgánica de los productos animales podría hacerle mucho bien a tu cuerpo. Los animales de las granjas convencionales son en su mayoría alimentados con antibióticos y hormonas que pueden desencadenar tu desequilibrio hormonal.

Mientras el debate continúa, El Grupo de Trabajo Ambiental de Estados Unidos ha demostrado que las hormonas artificiales que se utilizan para el crecimiento del ganado pueden aumentar el riesgo de cáncer de mama.

Además, el consumo regular de antibióticos puede causar estragos en tu sistema digestivo. Un estudio de la Universidad de Virginia Commonwealth descubrió que las bacterias del intestino pueden producir hormonas esteroides así como afectar la hormona del estrés; el cortisol.

9. OLVIDAR INCLUIR EN TU DIETA LOS MICRO-NUTRIENTES
Cuando a tu glándula tiroidea, encargada de regular la hormona de la tiroides, le falta cobre, zinc, selenio o vitamina D, puedes tener síntomas de vagos como el aumento de peso, retención de líquidos, mal humor, fatiga o pérdida de cabello si la pared exterior de tus cejas y pestañas se caen.

¿Por qué? Porque tus hormonas regulan qué tan rápido trabajan tus órganos, esto incluye tu cerebro, corazón y músculos. La recomendación: llena los huecos usando un multivitamínico.

10. TENER UNA MENTALIDAD NEGATIVA
Agregar insatisfacción en el cuerpo, culpabilidad y resentimiento, puede de verdad encaminar a fallos hormonales. Practica la visualización, yoga y meditación, todo esto reduce el cortisol. Hazlo por 30 minutos todos los días y te sentirás mucho mejor.

FALTA DE VITAMINAS O GRASA, ¿CÓMO AFECTA LA COMIDA A LA PIEL?

El aparato digestivo no suele ser la primera idea que llega a la cabeza cuando de cuestiones dermatológicas se trata. Pero, ¿SABÍAS QUE EL TIPO DE ALIMENTACIÓN QUE SEGUIMOS ES UNA DE LAS PRIMERAS COSAS QUE INFLUYE EN LA PIEL?

LA FALTA DE VITAMINAS Y OTROS NUTRIENTES, una alimentación baja en grasa y unos niveles bajos de bacterias probióticas pueden tener un impacto negativo en la piel.

Hoy repasamos la importancia que tiene en nuestra piel una buena alimentación, las consecuencias de un consumo de alimentos no adecuado y la manera en la que podemos contribuir a mejorar nuestro cutis.

FALTA DE VITAMINAS Y OTROS NUTRIENTES

Una mala digestión también puede manifestarse en la piel como resultado de unos niveles bajos de nutrientes liposolubles: vitaminas A, K, D y E y carotenoides.

La vitamina A se encuentra en los huevos, el hígado, los aguacates, las batatas y la calabaza y la falta de esta vitamina favorece la aparición de acné.

La vitamina K se encuentra en las yemas de huevo, los productos lácteos, el yogur, los aceites de pescado y las verduras de hoja verde. Un nivel bajo de vitamina K favorece la aparición de hematomas.

La vitamina E se encuentra en las espinacas, las acelgas, los tomates secos, las semillas de girasol, el germen de trigo, los aguacates y las almendras. Esta vitamina es la encargada de proporcionar a la piel un aspecto fresco y húmedo.

Los carotenoides son los pigmentos responsables del color rojo, amarillo y naranja de las frutas y verduras. Existen más de un total de 600, aunque el más conocido es el betacaroteno, que se encuentra en los pimientos y las zanahorias.

ELIGE BIEN TUS ALIMENTOS PARA GARANTIZAR SIEMPRE LAS DOSIS NECESARIAS DE ESTOS NUTRIENTES.

TENER UNA PIEL SECA ES EL RESULTADO DE UNA ALIMENTACIÓN BAJA EN GRASA

Sin embargo, aun consumiendo pescado graso, semillas y sus aceites, principales fuentes de grasas saludables omega 3, es probable que también tengas la piel seca.

¿CUÁL ES LA RAZÓN?

La lipasa es una proteína o enzima digestiva que libera el páncreas y ayuda al cuerpo a absorber y digerir la grasa y la escasez de esta lipasa en nuestro organismo también provoca sequedad en la piel.

Si tienes bajos los niveles de lipasa, puedes consultar con tu médico de cabecera para tomar una cápsula de enzimas digestivas, lo que facilitará el proceso de digestión y mejorará el estado de tu piel.

NIVELES BAJOS DE BACTERIAS PROBIÓTICAS

Las bacterias probióticas, bacterias beneficiosas, tienen un papel muy importante en la salud digestiva.

Se encuentran principalmente en los yogures y productos fermentados, como el chucrut (col blanca fermentada en agua con sal).

Estas bacterias desempeñan muchas funciones en nuestro organismo: ayudan a la combinación de vitamina K, magnesio, calcio, zinc y otras vitaminas B y combaten bacterias y levaduras no deseadas, entre otras.

Tener diarrea, algún tipo de infección o, simplemente, mala suerte puede provocar un descenso en los niveles de bacterias probióticas.

Algunos problemas de piel asociados a esta carencia de bacterias incluyen inflamación, cicatrización lenta de heridas, propensión a las quemaduras solares y la rosácea.

Incorporar alimentos que contienen bacterias probióticas en tu dieta puede ayudar a mejorar el estado de tu piel.

No obstante, los efectos son más rápidos cuando se toman en cápsulas o con inyecciones.

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