martes, 16 de junio de 2015

SPA DE 10: ¿CUÁNDO “DEMONIOS” TENGO QUE COMER LA FRUTA?



¿Y SI NO ME GUSTA LA FRUTA?

- Los mejores momentos del día para comer fruta son, fundamentalmente, TRES: POR LA MAÑANA, PARA DESAYUNAR; A MEDIA MAÑANA Y A MEDIA TARDE. La idea es consumir la fruta con el estómago vacío, ya que la digestión es más rápida y nuestro organismo absorbe todos sus nutrientes.

- Mejor no tomarla después de comer. Pese a que hay nutricionistas que aseguran que comer fruta es bueno siempre, y que si nos sienta bien conviene comer frutas a destajo, pues su aporte nutritivo es espectacular, hay muchos otros que aseguran que el peor momento del día para comer fruta es precisamente cuando solemos hacerlo, después de comer.

El motivo es que la digestión es más lenta, de modo que la fruta acaba fermentando en el estómago y por ello muchas personas aseguran, con razón, que les sienta mal después de comer. Por lo tanto, es importante evitar la fruta en la medida de lo posible después de las comidas, especialmente las personas que tienen problemas digestivos o que sufren de digestiones pesadas. Esto no quiere decir, no obstante, que engorde más, pues al final las calorías de los alimentos son las que son y no importa en qué orden se consuman, sino que probablemente será más difícil de digerir.

- Tampoco conviene tomar fruta por la noche, como cena, ya que la fruta tiene una sustancia llamada fructosa, que el cuerpo transforma en glucosa y que si no consumimos se queda en el organismo en forma de grasa. Es conveniente, pues, consumir esta fructosa en las horas centrales del día, y evitar tomarla por la noche, justo antes de dormir.

- ¿Y SI NO ME GUSTA LA FRUTA? Es cierto que el desayuno es un momento excelente para tomar fruta, pues los beneficios de ésta alcanzan sus cotas más altas con el estómago vacío, pero también lo es que hay muchas personas a las que no apetece en absoluto una pieza de fruta en ayunas. Y es una pena, ya que precisamente al levantarnos es interesante dar a nuestro cuerpo una dosis de energía y nutrientes que sea muy fácil de digerir, para estar ligeros y frescos, y lo que solemos hacer es todo lo contrario: comenzar con pan blanco y lácteos, en la mayoría de los casos. La solución es comenzar a experimentar con los zumos, y acompañarlos de buena mañana, por ejemplo, con una rebanada de pan de espelta o centeno y un chorro de aceite de oliva. Prueba durante unos días y verás qué bien te sientes.

- UNA BUENA OPCIÓN ES TAMBIÉN COMER FRUTA ANTES DE LAS COMIDAS, y no sólo porque nos van a saciar y nos van a aportar una gran cantidad de fibra, sino porque así evitaremos las consecuencias digestivas de tomarlas después y la comida nos sentará estupendamente. Si no nos apetece una pieza de fruta, una buena opción, especialmente ahora que viene el verano, es empezar con una sopa fría de frutas, que puede ser de melón y melocotón, por ejemplo.

-Evita las conservas y los almíbares, en la medida de lo posible, pues suelen llevar una gran cantidad de azúcares.

4 EFECTOS SECUNDARIOS RAROS DE LA PÉRDIDA DE PESO

Perder peso puede tener extrañas consecuencias. Aquí te decimos cómo evitarlas para disfrutar de tu nuevo físico.

HAY INNUMERABLES BENEFICIOS AL BAJAR UNOS KILOS SI TIENES SOBREPESO O ERES OBESO. Tendrás más energía. Te verás y sentirás mucho mejor con la ropa. Disminuirás drásticamente el riesgo a contraer diabetes, depresión, apnea, impotencia, dolor de espalda, enfermedades cardiovasculares e incluso algunos tipos de cáncer.

Pero de vez en cuando, perder una gran cantidad de peso puede desatar algunos efectos secundarios extraños, comenta Tricia Leahey, profesora de psiquiatría del Colegio de Medicina Warren Alpert de la Universidad Brown.

Mientras que los pros de disminuir el peso superan por mucho los contras, las siguientes consecuencias potenciales podrían detener tu progreso – o peor aún – desanimarte para llegar a tu meta final.

Ahora lee y prepárate para mantenerte en forma:

DEPRESIÓN

Teóricamente deberías sentirte muy bien por cada kilo perdido, entonces, ¿por qué estás tan triste? De acuerdo con un estudio de la Universidad de Londres, perder peso puede aumentar el riesgo de depresión.

Investigadores observaron a más de 2,000 adultos con sobrepeso por cuatro años. Los sujetos que perdieron al menos 5% de su peso corporal aumentaron su posibilidad de sentirse deprimidos 78% en comparación de los que casi no movieron la aguja de la báscula.

“Frecuentemente tenemos muchas esperanzas al bajar de peso,” comenta Alexis Conason, psicólogo clínico de Nueva York. “Cuando perdemos peso nos encontramos luchando con los mismos problemas, esto puede hacernos sentir frustrados o desanimados.”

QUÉ HACER

Duerme bien y come sanamente cuando tengas hambre para reducir tu riesgo de depresión, recomienda Conason. Estar bien alimentado y descansado ayudará que fortalecer tu resistencia para sobrellevar el reto.

Si te obsesionas por la pérdida de peso y comienzas a abandonar tus planes de ir al gimnasio con tus amigos o comienzas a contar cada caloría que consumes en tus comidas – busca la ayuda de un psicólogo.

Hazlo de igual manera si experimentas síntomas de depresión: tristeza en general, aislamiento social, pérdida de interés en cosas que normalmente te agradan, comenta Conason.

PIEL COLGANTE

Tristemente, bajar de peso no incluye abdominales firmes instantáneos. Si pierdes muchos kilos, es muy probable que termines con exceso de piel.

“La piel se estira con el tiempo para acomodar la masa corporal extra,” afirma Adonis Maiquez, director de bienestar y medicina regenerativa en el Instituto del Manejo e Intervención del Envejecimiento en Miami.

Cuando la grasa se va, tu piel podría carecer de la elasticidad suficiente para regresar al tamaño actual de tu cuerpo, dice el Dr. Maiquez.

La cantidad de piel colgante con la que termines depende de tu edad, que tan rápido bajaras de peso y que tan seguido hayas perdido o ganado peso en el pasado, afirma.

QUÉ HACER

En casos de pérdida extrema de peso, la cirugía plástica podría ser la única manera de deshacerse de esa piel extra, afirma Holly Wyatt, profesora de medicina en la Universidad de Colorado.

Pero si tu piel sobrante no es mucha, puedes construir músculo para lograr que tu piel se vea más firme, sugiere la Dra. Wyatt.

DOLOR DE ESTÓMAGO

La gente que baja rápido de peso desarrolla cálculos biliares – unas bolas duras que se forman en tu vesícula biliar, comenta la Dra. Wyatt.

Si eliminas la grasa en tu dieta, tu vesícula biliar no se contrae tan frecuentemente como para permitir que la bilis se concentre en el órgano, lo cual lleva a la formación de piedras, explica.

QUÉ HACER

Incluye grasa en tu dieta para mantener la vesícula trabajando de manera correcta, dice la Dra. Wyatt. La grasa es vista generalmente como un demonio de la dieta, pero los estudios demuestran que el nutriente no es lo que infla tu estómago- el exceso de calorías sí.

La grasa también logra que todas tus comidas sean más agradables, siempre y cuando vigiles tus porciones. Consulta a tu médico si presentas síntomas de cálculos biliares como dolor intenso de estómago, nausea y fiebre.

PERDIDA DE AMOR

De acuerdo con un reciente estudio de la Universidad Estatal de Carolina del Norte; puedes aumentar tus posibilidades de éxito al bajar de peso si unes esfuerzos con tu pareja. Pero si ésta no está de acuerdo, tu relación puede sufrir.

Investigadores encuestaron parejas en las que uno de los miembros había perdido peso. El cambio de estilo de vida de uno de los integrantes llevó a discusiones y sentimientos encontrados entre la pareja, afirma la autora del estudio, Lynsey Kluever Romo. Ten en cuenta que perder peso puede hacer sentir a tu pareja abandonada, culpable o celosa.

QUÉ HACER

Explícale que perder peso es importante para ti. Si logra comprender tus motivos, será más probable que te apoye, comenta Conason. Pero no le pidas que se adhiera a tu rutina de ejercicio. Tu insistencia podría llevar a peleas y regaños.

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