martes, 13 de enero de 2015

SPA DE 10: PLACER ARRUINADO



COSAS QUE ELLOS ODIAN QUE HAGAS DESPUÉS DEL SEXO



DESPUÉS DE UNA EXCITANTE SESIÓN DE BESOS, CARICIAS Y ORGASMOS, lo peor que puede suceder es que caigas en el error de cometer alguna de las cosas que ellos odian después del sexo y arruines el resto de su noche, o que continúen con su sesión de placer.
 
Un hombre no desaparecerá de tu vida porque en la primera cita tuvieron sexo, lo más probable es que se vuelva a repetir, pero la mayoría tal vez no quiera volver a estar contigo si en ese primer encuentro cometes alguna pequeña falla, afirma la sexóloga argentina Jimena Cortés.
 
Por lo mismo es importante que conozcas las cosas que los hombres odian que las mujeres hagan después de haber tenido sexo, te presentamos algunas de las más importantes.


1. QUIERAS PLATICAR. El sexo tiene un efecto somnífero en ellos, debido a la secreción masiva de oxcitocina y serotonina, sustancias que inducen a un profundo sueño, señala un estudio publicado en el Neuroscience and Biobehavioral Reviews, por ello les molesta que no los dejen descansar.
 
2. CRITICAR SUS ATRIBUTOS. Algunos hombres siguen pensando que el tamaño del pene es muy importante, afirma Silvia Saenz, psicóloga y sexóloga fundadora del centro Pystel en Madrid, por lo que escuchar los comentarios “sinceros” que tienes sobre este tema les incomoda demasiado.
 
3. BUSQUES MÁS SEXO. Es un error querer más sexo inmediatamente después de que él llega al orgasmo, debido a que al eyacular su miembro se relaja y necesita tiempo para que pueda volver a tener una erección, por eso no debes estimularlo de inmediato, afirma la sexóloga Silvia Saenz.
 
4. CORRAS A BAÑARTE. A nadie le agrada que su pareja sexual salga corriendo a bañarse, el mensaje que puedes trasmitirle es que te sientes sucia después de compartir la cama y que necesitas quitarte esa sensación desagradable.
 
5. PREGUNTES SOBRE TU CUERPO. Después de haber tenido sexo contigo, preguntas sobre si creen que estás gorda, les gusta tu cuerpo o te vieron defectos es algo que ellos no quieren contestar, si sucedió el encuentro es porque les atraes y todo en ti les encanta.
 
6. LLORES. No solo porque lo consideran el momento menos apropiado para expresar las inconformidades, también porque tus lágrimas contienen una señal química que disminuye sus niveles de testosterona y por lo tanto su deseo sexual, afirma un estudio del Instituto Weizmann.
 
7. ÓRDENES Y LIMPIES. Es normal que haya un poco de desorden en la habitación después del sexo, pero les molesta que no te tomes tu tiempo para disfrutar a su lado del momento, cuando ellos desean sentirte, y que te levantes inmediatamente a limpiar.
 
8. MIENTAS SOBRE EL SEXO. Por más buena que creas que eres mintiendo, ellos odian que “enaltezcas” el sexo cuando saben perfecto que no es para tanto, pero sobre todo si tu  cara no refleja realmente esa satisfacción; lo mejor siempre es ser sincera.
 
Todas estas cosas que ellos odian después del sexo son un común denominador, así que puedes estar segura de que sí las cometes perderás puntos con tu chico. Si quieres que goce contigo, concéntrate en las posiciones sexuales, conseguir y dar placery disfrutar el momento.

TERMINA CON TÚ MATRIMONIO
MOTIVOS PARA DESATAR LA GUERRA EN UN MATRIMONIO

En toda relación matrimonial o de concubinato, siempre existen detalles que hacen de la convivencia diaria una realidad difícil de sobrellevar: los pésimos modales de él, las flatulencias de ella, la intolerancia de ambos... pequeñas razones que generan grandes peleas entre enamorados y transforman el idilio en una lucha sin cuartel.

Suele suceder que, una vez desposados, los tórtolos descubren un lado B de su pareja que nunca imaginaron, o por el contrario, enseñan gacho el cobre. De tal suerte, si tu alma gemela tiene hábitos desesperantes que te llenan el buche de piedritas, o bien, si tú eres el que rompe el equilibrio con manías de escalofrío, aquí te brindamos una lista de hechos que te serán muy familiares: motivos que pueden desatar la guerra en cualquier matrimonio feliz.

1. SUS RONQUIDOS

En medio de esas noches de descanso, cuando el cuerpo reposa y la mente se entrega a la placidez del sueño, no hay nada tan exasperante como que te despierte el gutural y cuadrafónico sonido de un motor (turbo y de carburador doble garganta), con chiflidito de tetera incluido, roncándote melodiosamente en la orejota. ¡Ésta sí que es una causa legítima para rifarse un tiro!

2. SALPICA LA TAZA DEL BAÑO

Algo de lo más frecuente es que el hombre de la casa haga sus necesidades (del uno) como bombero en pleno incendio: manguera en mano, echa el agua en todas direcciones como quien rotula el horizonte en llamas. La mala onda: salpica el escusado con todo y el asiento, la tapa y la funda tejida de color mamey que la recubre (en una de ésas, también el piso). Lo peor: no lo limpia y deja tal cual su obra de arte, y como se dice por ahí: “de su arte a mi arte...” (jeje).

3. SUS GREÑAS PULULAN POR DOQUIER

Resulta por demás triste descubrir que tu chava se está quedando pelona (más calva que una rodilla de escuincle), pero eso no quita lo desagradable de encontrar su pelambre oxigenado regado por el piso, el lavabo, la alfombra, las almohadas, el sofá, tu ropa... tanto que hasta parece que te casaste con un gato de angora enfermo de alopecia.

4. NO TAPA LA PASTA

Una de las batallas más cruentas de la vida en arrejunte se debe a que, sin razón alguna, el ser amado olvida cerrar el tubo de la pasta dental, ya de por sí muy aplastado. Lo desagradable del asunto: te das cuenta de su gracia justo por la mañana, cuando más necesitas refrescarte la buchaca y quieres sacar un poco de cremita pa’ tus muelas y colmillos.

5. SU ROPA TIRADA POR TODA LA CASA

Otra costumbre que desquicia hasta las mentes más serenas es la de dejar tirado el calzón matapasiones debajo del sillón, los calcetines apestosos junto a la cama, el sostén colgado en el respaldo de la silla, el suspensorio, los mallones, la fajilla, en fin, toda la gama de prendas interiores por todas partes. ¡Qué empiece la pelea!

6. SUS GASES

Uno de los más francos atentados contra la paz del nido de amor surge cuando tu pareja se descose en pleno lecho nupcial. Sí, esos gases suyos más que lacrimógenos resultan ser auténticas armas químicas, dotadas de las más volátiles y tóxicas sustancias. Si de repente notas un olor a frijol podrido que empieza a enturbiar el aire de la habitación, a nublar tu vista y a trabarte el habla, o escuchas el sonoro rugir del cañón, prepárate: ¡la guerra ha comenzado!

7. USA LA PLAYERA DE TU EQUIPO

A veces ocurre que tu prenda amada se pasa por el arco del triunfo tu orgullo y tu pasión futbolera, y sin un mínimo de respeto a los escudos y colores de tu afecto, se pone la playera de tu equipo favorito (la clásica de colección que sólo usas en finales) como pijama o, los dioses del estadio la perdonen, para hacer quehacer (¡ah, jija!).

8. ERUCTA EN LA MESA

Otra costumbre irritante y ordinaria consiste en que tu amorcito, luego de compartir los manjares del almuerzo o la merienda, avienta el buqué de chilaquiles cebollosos por medio de un “sapo” extenso y afinado, proveniente de sus gastríticas entrañas, como quien se echa un suspiro lleno de ternura. ¡Y retiemble en su centro la tierra!

9. SE ACABA EL AGUA

La disputa cotidiana más encarnizada se produce acaso por el hecho egoísta de que el dueño o la dueña de tus quincenas se asume también como el dueño del baño y del bóiler, o sea, cuando después de sus duchas de hora y media (¿qué diablos hará durante tanto tiempo?) se termina el agua caliente. Resultado final (e infame): tienes que lavarte tus miserias con agua helada.

10. QUIERE QUE LE ARRIMES TODO

No, no se trata del arrumaco alegre, sino de que nunca encuentra lo que necesita: ropa limpia, su cartera, el control de la televisión, su rastrillo, la caja de herramientas, sus zapatos de ante azul... Como si la casa fuera una mansión kilométrica donde todo se pierde, tu cónyuge no localiza nada por sí mismo y siempre quiere que le des las cosas en la mano.

Como verás, apreciadísimo/a chilango/a, existe un sinnúmero de causas para abrir fuego entre casados; sin embargo, ¿qué puede ser más excitante que dormir con el enemigo? Al fin y al cabo, todas las discordias pueden resolverse en el cuadrilátero king size, de dos a tres caídas y sin límite de tiempo. ¿A poco no? En fin, ahora te toca a ti decirnos, ¿por cuál otro motivo has declarado la guerra en tu vida marital?

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