lunes, 7 de noviembre de 2016

SPA DE 10: ¡ESA TONADA SE “REPITE” EN MI CABEZA!



¿POR QUÉ NO PUEDO QUITARME ESA CANCIÓN DE LA CABEZA?
Temas de Lady Gaga y Kylie Minogue, entre los que más «enganchan»

«LLEVA, LLÉVAME EN TU BICICLETA. ÓYEME, CARLOS, LLÉVAME EN TU BICICLETA». Puede que le encante, pero aunque lo aborrezca quizás se haya sorprendido a sí mismo tarareando el éxito del momento mientras conduce o se da una ducha. ¡Es tan pegadizo! Le pasa a casi todo el mundo. De repente, una melodía se mete en la cabeza y no hay forma de sacarla. Pero, ¿por qué sucede? ¿Qué tiene que tener una canción para apropiarse de nuestro cerebro de esa manera?

Un estudio a gran escala, dirigido por Kelly Jakubowski, investigadora en el Departamento de Música de la británica Universidad de Durham, puede tener algunas de LAS CLAVES DE ESTA INERCIA MUSICAL, a la que a veces nos entregamos con placer pero que otras resulta un poco vergonzosa. Las canciones pegadizas son generalmente más rápidas, con una melodía bastante fácil de recordar pero con algunos intervalos únicos, como saltos o repeticiones que las diferencian de la «CANCIÓN POP PROMEDIO», explican los investigadores. Si a esto se suma más tiempo en la radio o en las listas de éxito, la invasión mental está asegurada.

Los principales ejemplos de temas pegadizos nombrados en el estudio incluyen «Bad Romance» de Lady Gaga, «Do not Stop Believing» de Journey y, con ese nombre es lógico, «Can't get you out of my head», de Kylie Minogue.

«Nuestros resultados muestran que se puede, en cierta medida, predecir qué canciones van a quedar atrapadas en cabeza de la gente basándose en el contenido melódico de la canción. Esto podría ayudar a los aspirantes a letristas o anunciantes a escribir un tema que se recordará durante días o meses», dice Jakubowski.

«ESTAS CANCIONES PEGADIZAS parecen tener un buen ritmo rápido junto con una forma melódica común e intervalos o repeticiones inusuales como los que podemos oír en el riff de apertura (frase musical que se repite a lo largo de la pieza) de 'Smoke On The Water' de Deep Purple o en el coro de 'Bad Romance' de Lady Gaga», explica.

ALGO ESPERADO Y UNA SORPRESA
El estudio descubrió que las canciones con más probabilidades de no dejarnos tranquilos son las que tienen contornos melódicos globales más comunes, lo que significa que tienen formas melódicas muy típicas en la música pop. Un ejemplo de ello en la música occidental es la canción infantil «Twinkle Twinkle Little Star» («Estrellita, dónde estás»), donde la primera frase se eleva y la segunda cae. Numerosas otras canciones de cuna siguen el mismo patrón, por lo que es fácil para los niños pequeños recordarlas. El riff de apertura de «Moves Like Jagger» de Maroon 5, una de las melodías pegadizas nombradas en el estudio, también sigue este patrón de contorno común de elevarse para luego caer en el tono.

Además de una forma melódica común, el otro ingrediente crucial en LA FÓRMULA DE UNA MELODÍA PEGADIZA es una estructura intervalo inusual en la canción como algunos saltos inesperados o notas más repetidas de lo que se esperaría oír. El riff instrumental de «My Sharona» de The Knack es un ejemplo.

«Sabemos que la exposición reciente y frecuente a una canción hace que sea más probable que se atasque en la cabeza y a las personas que cantan y escuchan mucha música les ocurre con más frecuencia que a otras», dice la autora. Pero, «ahora también sabemos que, con independencia del éxito de una canción, hay ciertas características de la melodía que la hacen más propensa a quedarse en cabeza de la gente como una especie de protector de pantalla musical privada».

«DIOS SALVE A LA REINA», EL REMEDIO
Los investigadores preguntaron a 3.000 personas por sus melodías pegadizas más frecuentes y las compararon con canciones que no fueron nombradas, pero que eran populares y se habían escuchado recientemente en las listas británicas de música. Las características melódicas de las canciones pegadizas y no pegadizas fueron luego analizadas y comparadas. Los temas se limitaron a los géneros de música popular, como pop, rock, rap o rhythm & blues.

LOS ESTUDIOS DE MELODÍAS PEGADIZAS pueden ayudar a entender cómo las redes cerebrales, que están implicadas en la percepción, las emociones, la memoria y los pensamientos espontáneos, se comportan en diferentes personas.

El 90% de nosotros será martirizado por una canción en un bucle sin fin al menos una vez a la semana. Normalmente ocurre en momentos en los que el cerebro no está haciendo mucho, como en la ducha, mientras caminamos o hacemos tareas domésticas repetitivas.

Pero, ¿CÓMO PODEMOS QUITARNOS EL SONIQUETE DE ENCIMA? Muchas de las personas que participaron en el estudio decían que lo que realmente les funcionaba era escuchar atentamente la canción. OTROS SE DISTRAÍAN PENSANDO O ESCUCHANDO UNA DIFERENTE. Y, no hay que olvidar que son británicos, EL «CANTO CURA» más utilizado para desplazar una melodía pegadiza fue «DIOS SALVE A LA REINA». Sin embargo, otros encuentran que la mejor manera de deshacerse de uno de estos tostones musicales es simplemente tratar de no pensar en ello y dejar que se desvanezca de forma natural por sí solo. Y sí, a veces puede ser de lo más irritante.


LAS CANCIONES MÁS PEGADIZAS
Los temas pegadizos más frecuentemente nombrados en el estudio (los datos se recogieron entre 2010 y 2013) fueron:

Bad Romance - Lady GagaCan't Get You Out Of My Head - Kylie MinogueDon't Stop Believing - JourneySomebody That I Used To Know - GotyeMoves Like Jagger - Maroon 5California Gurls - Katy PerryBohemian Rhapsody - QueenAlejandro - Lady GagaPoker Face - Lady Gaga

LOS OJOS SON IMPORTANTES PARA OÍR

Un claxon puede ser un sonido rutinario o una señal de alarma en función del contexto - OI2 CENTROS AUDITIVOS
***Una investigación explica por qué un mismo sonido familiar puede significar cosas diferentes en función del contexto visual. La clave está en que lo que se ve cambia la actividad cerebral del córtex auditivo

El sonido de un claxón puede ser rutinario si se oye al otro lado de la puerta de casa, pero nos puede helar la sangre si lo oímos cuando estamos cruzando una calle. Según un estudio presentado este lunes en «Nature Neuroscience», esto ocurre porque el cerebro interpreta los sonidos usando pistas procedentes de otros sentidos.

Gracias a una investigación realizada en ratones, investigadores de la Universidad de Nueva York (Estados unidos) han descubierto que las células nerviosas de la audición tambén están relacionadas con otras neuronas implicadas en captar el contexto. Esto ocurre solo cuando el cerebro responde a sonidos familiares, que previamente se han aprendido.

«Lo que el cerebro oye depende de lo que ve cuando se producen sonidos específicos», ha explicado Robert Froemke, investigador de la Universidad de Nueva York. Gracias a esto, el cerebro puede calcular cómo debe responder, tal como ha añadido.

Según ha concluido esta investigación, las células del córtex auditivo de los mamíferos (donde se procesa la información procedente de los oídos) son activadas o desactivadas por otras células nerviosas que detectan el contexto.

«Nuestro estudio muestra cómo el mismo sonido puede significar cosas diferentes dentro del cerebro en función de la situación», ha dicho Froemke. «Sabemos, por ejemplo, que la gente aprende a responder sin alarmarse al sonido de un claxon cuando lo oye dentro de su casa, pero que se asusta si lo oye cuando está cruzando una calle concurrida».

Si próximas investigaciones muestran niveles similares de actividad ya no solo en los cerebros de ratones, sino también en el cerebro de los humanos, los científicos dicen que podrán conseguir explicaciones precisas sobre comportamientos específicos. Tratarían de explicar por qué los inofensivos sonidos de un aula pueden causar ansiedad durante un examen de matemáticas o por qué hay veteranos de guerra que pueden sentir miedo al escuchar una explosión de un tubo de escape. Además de esto, creen que su investigación podría servir para mejorar terapias: por ejemplo, ya se sabe que hay personas con demencia recuerdan eventos cuando oyen voces familiares o cuando ven caras de amigos.

MÚSICA PARA RATONES
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores rastrearon la actividad de los circuitos cerebrales en ratones. Diseñaron un conjunto de experimentos en los que los animales esperaban conseguir una recompensa de agua a través de un tubo, después de oír una nota musical. Y otros en los que los propios animales no esperaban recibir esa recompensa. En todas estas situaciones los animales recibieron información extra del contexto, puesto que podían ver si en los tubos había agua o no.

A lo largo de las pruebas, los científicos analizaron los circuitos nerviosos después de que los ratones oyeran la nota musical. En concreto, le prestaron especial atención a los dos papeles que pueden tener ciertas células nerviosas: Hay algunas que propagan el mensaje nervioso y lo amplifican, y se dice que forman parte de circuitos excitatorios, pero hay otras neuronas que detienen o reducen los mensajes, y por eso se dice que forman parte de circuitos inhibitorios.

Gracias a estos dos papeles, y al balance de la activación de los dos tipos de circuitos, un mismo estímulo sonoro puede ser interpretado de una forma o de otra por el cerebro.

ASAMBLEAS DE NEURONAS
En el caso concreto de este estudio, los investigadores se llevaron una sorpresa. Descubrieron que cuando los ratones esperaban conseguir una recompensa de agua después de oír una nota musical, la mayoría de las células excitatorias de la corteza auditiva tenían una actividad más débil.

Sin embargo, al mismo tiempo, un segundo grupo de células excitatorias tenía mayor actividad, pero solo cuando el ratón esperaba veía y esperaba la recompensa de agua, lo que sugiere que la visión incrementa el nivel de actividad de ciertas zonas del córtex auditivo.

Después, nuevas investigaciones mostraron que la bajada del nivel de actividad del córtex adutiditovo era provocado por varias productos, que a su vez dependían de los niveles de un neurotransmisor, la acetilcolina. Lo interesante es que al cortar la actividad de esta hormona, los ratones dejan e ir a por su recompensa de agua después de oír el sonido, lo que sugiere que este compuesto es clave para que el córtex auditivo extraiga la información del contexto.

Ahora, los expertos estudiarán cómo los niveles de otras dos hormonas, la noradrenalina y la dopamina, afectan al córtex auditivo en ciertas situaciones.

«Si podemos saber cómo interaccionan algunas hormonas y la actividad cerebral en función de la percepción del contexto, podemos investigar rutas específicas tanto inhibitorias como excitatorias para cambiar e influir comportamientos», ha dicho Froemke. Así, quizás se podría cortar de raíz la ansiedad asociada a sonidos, o en caso contrario, favorecer los recuerdos aprovechándolos.

CREAN CONCIERTO DE PULSACIONES Y ONDAS CEREBRALES
En el festival Mutek de música electrónica y tecnología, participaron desarrollares y artistas en un espectáculo en el que se midieron los impulsos eléctricos de algunos participantes.

A través de una diadema que mide los impulsos eléctricos del cerebro y con sensores de biopulso, un grupo multidisciplinario dio un concierto durante el Hacklab del Mutek México, festival de música electrónica y tecnología.

“Puedes traer todo tipo de materiales a este laboratorio, tenemos entornos de código; se crea software personalizado, hardware único, entonces tenemos gente trabajando con escáneres de cerebro, interfaces de computadora para cerebros, gente trabajando con iluminación, tenemos tecnología electroacústica, personas trabajando con código para crear visuales personalizados”, explicó Peter Kirn, músico y programador que inició los con hacklabs hace cinco años en Berlín.

En el marco del evento, durante un taller de seis días en el Centro de Arte de la Alameda, equipos de cuatro personas con distintos perfiles (músicos, arquitectos, artistas visuales y programadores, entre otros) desarrollaron ‘performances’ en los que combinaron audio, video e iluminación; luego presentaron sus creaciones durante el Mutek, evento global que alterna diversas sedes como Barcelona, Montreal y la Ciudad de México.

Una de las piezas presentadas buscó reflejar la violencia de género en México. Para ello, midieron las reacciones corporales de una joven a quien se le mostraron imágenes de mujeres desaparecidas en el país.

Por medio de una diadema que detecta las ondas cerebrales generadas al ver las imágenes y sensores para medir el pulso del corazón se construyeron los visuales y audio. Un microcontrolador arduino (placa de circuitos impresos) computa las señales del cerebro y del corazón para después enviarlas a un controlador de video y a un software de audio, donde se ven reflejadas como notas musicales y destellos de luz.

A través de Pure Data, un programa para crear sonido a través de código, se diseñó otra parte del audio.

“Ahí (en Pure Data) se pueden generar osciladores, sintetizadores, baterías”, comentó Alfredo Gallardo, músico y programador y uno de los integrantes del equipo que realizó esta pieza.
   
FACEBOOK TAMBIÉN HACE MÚSICA
Otra de las piezas del festival tuvo como temática “el tiempo y la memoria”, y para ello sus integrantes recurrieron a Facebook para diseñar su acto.

Primero tomaron posts de texto de personas que habían indicado previamente en la red que acudirían al Mutek, luego a través del software ‘Text to speech’ convirtieron estas publicaciones en audio y luego lo procesaron con diversos efectos con el programa Ableton Live.

A la par, el equipo desarrolló una app para que los asistentes modificaran el sonido de la pieza en tiempo real y así se hicieron partícipes de la construcción de la misma.

“Nosotros vamos a estar haciendo algunas cosas, generando ciertos sonidos, también el proyecto se va a generar desde el público mismo a través de su interacción con esta aplicación”, comentó una de las diseñadoras de audio del proyecto.

Peter Kirn cree que el hacklab, que ha tenido lugar en la Ciudad de México dos años consecutivos y otro más en Tijuana, va más allá de crear algo con tecnología.

“Lo que es interesante de esto es que están formando algo que van a mostrar en un ‘performance’, esto no es sólo un ’hackaton’, la gente realmente se junta y elabora actos en vivo”, dijo

Músicos, arquitectos, artistas visuales y programadores desarrollaron ‘performances’ en los que combinaron audio, video e iluminación. (Foto Shutterstock)

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