sábado, 2 de noviembre de 2013

SPA DE 10: ¿YO, ENVIDIOSA?



¿POR QUÉ SENTIMOS ENVIDIA?
¿NACISTE O TE HICISTE? RAZONA, PORQUÉ ENVIDIAS A TODOS Y POR TODO


DESCUBRE LAS RAZONES QUE INTERVIENEN EN QUE SIENTAS ENVIDIA

Todos en algún momento hemos sentido envidia, y hasta cierto punto es normal. Lo importante es que al reconocerla podamos optar por regularla o dar rienda suelta a este sentimiento, lo cual puede dañarnos e incluso enfermar nuestro organismo.

La envidia está catalogada dentro de las emociones negativas, es decir, aquellas que siempre nos dan una sensación de malestar como la culpa, el resentimiento, la vergüenza o los celos. Además, implica un deseo frustrado por lo que el otro tiene, un sentimiento de inferioridad ante el envidiado, tristeza de las propias carencias, angustia, resentimiento y culpa.

¿No puedes evitarlo?

Siempre nace de una comparación social, por lo que es común que las personas envidiosas constantemente piensen en qué posee la persona envidiada (ya sean cosas materiales o cualidad físicas) y experimentan un sentimiento de inferioridad respecto al otro.

La investigadora Gisela Sierra Otero, de la Facultad de Sicología de la UNAM, explicó que si una persona permite que se prolongue por mucho tiempo una emoción negativa puede generarle problemas de salud, ya que provoca estrés, mayor secreción de adrenalina, así como cambios en el ritmo cardiaco, en el pulso y en los jugos gástricos.

Generalmente las personas interpretan la envidia como una injusticia, lo cual está basado en una comparación y suelen tener pensamientos como: “¿por qué le dieron el ascenso a él?”, “¿por qué tiene un carro mejor que el mío?”, “¿por qué es más bonita?”. Estas expresiones pueden demostrar un sentimiento de inferioridad y una baja autoestima.

Sierra Otero señaló que justificando lo que la persona considera una injusticia, se autoriza a sí misma agredir; busca hacer un daño o se alegra de alguna situación poco favorable que experimente la persona envidiada, siendo ambas características las que distinguen a la envidia.

Agregó que con la envidia no sólo nos hacemos daño a nosotros, sino a la persona envidiada, porque se busca la venganza. Además, este sentimiento implica vergüenza, porque a nivel social es mal visto y la gente lo oculta, lo cual provoca que sea difícil de estudiar.

La especialista explicó que lo que popularmente se conoce como “envidia de la buena”, más bien sería admiración, en ella no impera ni el coraje ni el odio, sino más bien un sentimiento de superación, a partir de lo que se cree envidiado.

Finalmente, la investigadora señaló que para manejar la envidia se debe buscar regular esta emoción, si es posible hablar sobre este sentimiento y “convencernos de que a unos nos toca vivir y tener unas cosas; debemos aceptar y saber vivir con lo que tenemos y adaptarnos a las situaciones; ser felices así, porque la gente envidiosa ni siquiera goza su propia vida, no piensa en los aspectos favorables que todos tenemos”, concluyó.

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¿QUÉ NECESITAS PARA SATISFACER A UNA MUJER?
Las mujeres que han experimentado un orgasmo con más regularidad tienen una distancia más corta entre el clítoris y su vagina —menos de 2.5 centímetros— que las mujeres que no han experimentado o que lo alcanzan con menos regularidad durante la relación sexual/Fuente: Photos.com

El orgasmo femenino no dura más de 12 segundos, un instante que para muchas es desconocido porque nuestras parejas ignoran los elementos que satisfacen a una mujer o las variaciones anatómicas que influyen en este placer.

La realidad es que el orgasmo masculino generalmente se logra con facilidad durante la relación sexual y el orgasmo femenino no. De acuerdo con el experto  Alfred C. Kinsey, famoso por entrevistar a miles de personas sobre su vida sexual, 75% de los hombres eyaculan en los dos primeros minutos de la penetración en más de la mitad de sus encuentros sexuales. ¿Por lo que pone en énfasis si las mujeres pueden llegar al clímax en esos 2 minutos?

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 Más allá de la comunicación y juegos sexuales, existen otros factores que interactúan para que una mujer logre la satisfacción sexual y Salud180.com te dice algunos de ellos.

1. Distancias anatómicas. De acuerdo a una investigación publicada en la Journal of Homones and Behavior, las mujeres que han experimentado un orgasmo con más regularidad tienen una distancia más corta entre el clítoris y su vagina —menos de 2.5 centímetros— que las mujeres que no han experimentado o que lo alcanzan con menos regularidad durante la relación sexual.

¿Por qué es importante la distancia? Una distancia más corta da una mayor estimulación de las estructuras externas del clítoris durante el coito y también puede reflejar que las estructuras internas son más densas y presionan más cerca de la vagina, y por lo tanto son más receptivas a las sensaciones durante la relación sexual.

2. El tamaño sí importa.  Un estudio expuesto en la Journal of Sexual Medicine indica que las mujeres que tienen orgasmos vaginales, alcanzan el clímax más fácilmente con hombres con penes más grandes. Esto podría ser debido, al menos en parte, a una mayor capacidad de un pene más largo para estimular toda la longitud de la vagina además del cuello uterino.

3. Otras zonas del cuerpo. Los senos y los pezones se encuentran llenos de terminaciones nerviosas, lo que los convierten en una de las zonas más sensibles al tacto y, por tanto, un punto de gran excitación para las mujeres. Se pueden estimular con los dedos y con la boca, a través de caricias suaves, lamiéndolos o con mordiscos suaves. Cabe recordar que no todos los senos son iguales, por lo que no todos responden de la misma manera a los diferentes estímulos.

Lo más importante, no sólo para lograr la satisfacción de una mujer sino de una pareja, es que exista confianza y sobre todo que estén libres de prejuicio. ¡Disfruta de tu sexualidad!

Salud180

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