10 DON’TS CUANDO ESTÁS A DIETA
NO A LAS DIETAS DE MODA
Las dietas de
moda son “moda” por una razón. La dieta de la sopa de col, la zona, la dieta de
la luna, con todas queda claro que sí producen resultados rápidos, pero de una
manera poco saludable. Además, es casi imposible mantener ese tipo de dietas
durante un largo tiempo, pues tan pronto consigues los resultados que deseas,
vuelves a tu alimentación normal, recuperando nuevamente tu peso. Las dietas de
moda son duras para tu cuerpo y en ocasiones debilitan tu sistema inmunológico.
En lugar de una dieta de moda, acude con un nutriólogo para que éste te indique
cuál es el tipo de dieta ideal para ti. ¡No arriesgues tu salud!
Cuando te
sometes a una dieta, crees que consumir refresco de dieta no causa ningún
problema, lo cual es totalmente falso. Podrán no contener el mismo nivel de
azúcar que los refrescos normales, pero estas bebidas al ser diuréticas por sus
endulzantes químicos, lo único que te provocan es deshidratación. En vez de
beber refrescos de “dieta”, consume agua o té de hierbas, sin cafeína. ¡No todo
lo que dice “light” lo es!
En muchas
ocasiones descuidas tu alimentación, ya sea por falta de tiempo para preparar
alimentos saludables o simplemente por que no pones atención a los detalles de
ésta. Prepararte una bolsa de palomitas de maíz para cenar, o desayunar lo que
te sobró de comida china del fin de semana, ¡es lo peor que puedes hacer! Trata
de respetar tus horas de comida y prepara un día antes tus alimentos; el mismo
tiempo tardarás en hacer una ensalada que en lo que llega la pizza a tu casa.
Tienes que tener
muy en claro que las dietas no funcionan igual en todas las personas, algunas
tienen metabolismos mucho más acelerados, y las dietas tienen resultados de
acuerdo al tipo de cuerpo y vida que lleves. No te sientas mal si tu amiga y tú
están haciendo la misma dieta y a ella sí le está funcionando y a ti no. Como
ya lo mencionamos, lo más recomendable es acudir con un nútriologo para que
tengas una dieta especial para tu cuerpo.
Comenzar una
rutina de ejercicios es lo más ideal para poder bajar de peso, pero si te
excedes haciendo demasiado ejercicio, probablemente vas a terminar súper
agotada, lo que te hará comer mucho más para recuperar todo lo que tu cuerpo
pierde mediante el sudor. Trata de no sobrepasarte y realiza una rutina
indicada por un especialista por 30 minutos. Los resultados serán notorios.
La sensación de
saciedad hace que no comas en exceso. Cuando esta sensación llega a tu estómago,
te sientes satisfecha y dejas de comer. El problema es que dicha sensación
tarda en llegar, de forma que si comes muy rápido, es probable que comas en
exceso y engordes. Una de las cosas que causa que la sensación de saciedad se
demore es porque a la hora de comer te sientas mal. Toma una buena postura al
consumir tus alimentos, no comas con prisas y respeta tus horarios de comida,
verás que te ayudará.
Te has
acostumbrado a las grandes porciones de comida que ofrecen en los restaurantes,
así que cuando estás en casa, te sirves platillos con porciones enormes
creyendo que es lo normal. Los nutriólogos recomiendan dejar un poco de comida
en tu plato para sentir que ya no puedes comer más; un gran consejo es utilizar
platos mucho más pequeños para servir tu comida. Esto no significa que dejes de
comer, recuerda que deber ingerir por lo menos 5 comidas pequeñas al día.
Los complementos
alimenticios en ocasiones son buenos cuando son recomendados por un
especialista; cuando los consumes por tu propia cuenta, puede que no sean tan
buenos como crees. No todos los complementos funcionan igual en todas las
personas; es importante que si deseas apoyar a tu dieta con algún suplemento,
acudas principalmente a una tienda especializada en este tipo de complementos,
para que así los especialistas puedan asesorarte en su consumo adecuado.
Puede tener
sentido el querer disminuir la ingesta diaria de carbohidratos, pero eso no
significa que tengas que abstenerte totalmente de estos. Tu cuerpo necesita
grasa para poder obtener energía y asimismo, poder realizar tus actividades
diarias. Si dejamos con hambre a tu cuerpo, disminuyes tu metabolismo y es
cuando utiliza las reservas de grasa como mecanismo de protección. El consumo
de carbohidratos debe ser moderado, al menos una vez a la semana para evitar
que tu sistema sufra un bajón que afecte tu salud.
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