RECOMENDACIONES Y
TENDENCIAS GASTRONÓMICAS
FIRMES Y AL MISMO
TIEMPO JUGOSAS, AROMÁTICAMENTE DULCES con un tono ácido
refrescante: así deberían saber LAS
FRESAS. En realidad, sin embargo, cada variedad de fresa sabe un poco
diferente, y esto hace que las fresas sean una fruta especial. Los aficionados
a la horticultura deberían tener en cuenta este aspecto a la hora de elegir la
variedad de fresa.
“LAS FRESAS, cuyo nombre botánico es fragaria x
ananassa, suelen ser cruces de variedades endémicas de América Latina”, explica
el agrónomo alemán Heinrich-Ludger Rövekamp. “Sin embargo, de Europa Central
son endémicas variedades como la fresa silvestre (fragaria vesca), la fresa de
Alemania (fragaria moschata) y la fresa verde (fragaria viridis)”, explica
Brigitte Wachsmuth, experta alemana en historia botánica.
LA FRESA SILVESTRE se
conoce por su característico aroma intenso, a pesar de que las frutas son muy
pequeñas. Cuando se cuecen y se dejan espesar, pueden llegar a dominar
las sustancias amargas que contienen las pequeñas nuececitas. Por esto, es
mejorar preparar mermeladas en frío o mezclar las frutas con fresas híbridas.
Las pequeñas plantas de la fresa silvestre crecen mejor en un sitio ligeramente
sombreado. Las frutas aparecen después de un período de crecimiento que va de
abril a junio. “LAS FRESAS SILVESTRES
van madurando de junio a diciembre”,
explica Wachsmuth. Como consecuencia de este largo período de maduración, las
frutas son más grandes y no tienen un sabor tan fuerte. “Además, hay toda una serie de FRESAS SILVESTRES que crecen como
matas, sin desarrollar brotes”, agrega la experta.
Wachsmuth recomienda CULTIVAR
LA FRESA SILVESTRE EN MACETAS O EN INVERNADEROS si el objetivo es poder cosechar fresas en invierno. La
fresa de Alemania tiene un sabor especialmente intenso. Sin embargo, hay un
pequeño problema para cultivarlas en el huerto, porque generalmente no se
pueden polinizar de manera autónoma. “Por esto, hay que plantar junto a ellas
fresas híbridas”, recomienda Wachsmuth. Las flores de la fresa de
Alemania se alzan sobre las hojas y son relativamente grandes. SE
REPRODUCEN A TRAVÉS DE BROTES Y PUEDEN CRECER EN LA MACETA.
LAS FRESAS DE TAMAÑO
GRANDE SE CULTIVAN EN ARRIATES SOLEADOS. “La tierra tiene
que estar bien ventilada y calentarse ligeramente”, explica Rövekamp.
“La tierra no debe estar encharcada”. Al aficionado a la horticultura le
recomienda meter en la tierra compost o estiércol podrido.
Las fresas
generalmente se plantan en agosto. “Después,
pueden ser cosechadas durante dos años”, dice el experto. Después de
dos años, la cosecha disminuye. Rövekamp recomienda para el huerto de la casa
plantar variedades probadas como Senga Sengana o Mieze Schindler.
Las frutas de esta última variedad tienen un rico aroma pero es necesario
procesarlas rápidamente una vez cosechadas.
LAS FRESAS pertenecen a la familia Rosaceae.
Por esto, al igual que sus parientes, no deberían plantarse inmediatamente en
el mismo lugar donde crecían fresas viejas, explica Rövekamp, sino que conviene
rotar el cultivo, por ejemplo con lechuga, guisantes o rábanos. Una variante
especial es la Florika, un cruce entre fresa híbrida y fresa
silvestre. Wachsmuth recomienda cultivar esta variante en sitios que necesitan
poco cuidado, tales como laderas o superficies para plantas rastreras. La mala
hierba no tiene oportunidad de crecer allí porque las fresas Florika
se expanden fuertemente a través de los brotes. Las frutas tienen un aroma
intenso.
Deutsche Presse-Agentur
GmbH
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