DESCUBREN QUE EL
INTESTINO AFECTA LA CAPACIDAD CEREBRAL
***aprendizaje y el
microbioma
Dos estudios realizados en Alemania y Canadá muestran que la
gran población de bacterias y microorganismos que habitan en el
intestino puede influir en las funciones del aprendizaje y la memoria, así como
explicar EL RECRUDECIMIENTO DE TRASTORNOS MENTALES.
Las bacterias de la flora intestinal no restringen su
utilidad a la nutrición. Foto: Static.com
EL MICROBIOMA INTESTINAL constituye un micro ecosistema diverso y
dinámico que ha ido adaptándose a la dinámica del cuerpo humano.
Estas bacterias actúan como protección contra agentes patógenos, metabolización
de grasas y azúcares complejos, etc.
El estudio muestra que HAY
UNA CONEXIÓN DIRECTA BIDIRECCIONAL entre
el tracto gastrointestinal y el cerebro, una especie de eje entre el intestino
y el cerebro que implica que un cambio en uno de los sistemas tiene efectos
directos en el otro.
Las investigadoras Rochellys Díaz Heijtz y Thomas Neufeld
mostraron con dos estudios distintos, no vinculados, que la disminución de
bacterias del intestino en ratones, comprometían los niveles de ansiedad de los
animales. Bajo contextos de estrés,
se observó que los ratones sin bacterias intestinales presentaban menos grados
de ansiedad que roedores con microbios.
Para ambos equipos de científicos las bacterias intestinales tendrían la propiedad de activar genes
que sirven para la supervivencia de las neuronas, es decir, influirían en la
transcripción de ADN sobre todo en los genes que participan de la función
cerebral.
Las bacterias tendrían la propiedad de intervenir en la
transcripción de ADN. Foto: internet
Del mismo modo, los estudios mostraron que la flora
intestinal está involucrada en CÓMO SE DESARROLLA EL CEREBRO EN LOS PRIMEROS
AÑOS. En el caso de los ratones analizados se mostró que estos
jóvenes roedores tenían un proceso más óptimo de desarrollo neuronal
(neurogénesis) en tanto mantenían niveles normales de flora intestinal. Esto
probaría que la flora intestinal PUEDE SER FUNDAMENTAL PARA EL
DESARROLLO DEL CEREBRO EN LA ETAPA FETAL.
Los intestinos y el cerebro forman parte de una red
mutuamente influyente. Foto: internet
Adonde estarían apuntando estos estudios es a mostrar, POR
PARADÓJICO QUE PAREZCA, que la eliminación de microbios del
intestino tiene efectos perjudiciales para el cerebro. Esto muestra
que existen microbios nocivos y benignos, y que hay bacterias que son
necesarias para promover un buen desarrollo a nivel cerebral. Aún más, una
conexión deficiente entre las funciones del intestino y el cerebro podrían
tener repercusiones como el autismo, la ansiedad y la depresión.
Pero del mismo modo, futuros tratamientos de este tipo de
enfermedades mentales podrían dirigirse no al cerebro sino al intestino. La
administración de probióticos o el trasplante de microbioma intestinal
modificarían las estructuras comunitarias de la flora intestinal. Varios
pacientes en Estados Unidos, en cuyos tratamientos se les aplicaron dosis altas
de microbios MOSTRARON MEJORAS EN SU SALUD MENTAL.
Estos estudios realizados tanto en Alemania como Canadá
están proveyendo nueva información sobre el funcionamiento cerebral pero
dirigiendo la investigación hacia un área poco investigada, el intestino;
con esto se proyectan nuevos tratamientos enfocados a alterar la población de
bacterias.
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