LOS SIETE ALIMENTOS QUE
NO DEBERÍAN ESTAR EN SU DESPENSA
El anuncio en EE.UU. de que las grasas trans
ya no son consideradas seguras puso bajo la lupa a siete categorías de
alimentos que las contienen y que, probablemente, se encuentren en su alacena.
Descubra cuáles.
Un anuncio de la Agencia de Drogas y Alimentos de Estados
Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) asegurando que las grasas trans ya no
serán consideradas seguras generó grandes titulares en los medios de
comunicación y, para muchos, la sensación de que la medida solucionará muchos
de los problemas de salud de los estadounidenses.
Sin embargo, el entusiasmo desmedido de algunos deberá ser
redimensionado, porque más allá de las grasas trans otros peligros permanecen
escondidos en los alimentos.
La realidad es que desde hace años se han estado tomado
medidas para reducir el consumo de grasas trans. Desde 1999 se propuso que los
fabricantes indicaran el contenido de grasas trans en las etiquetas y en 2006
esta norma entró en vigor.
Como resultado, 'desde 2005 los fabricantes de comida han
reducido voluntariamente las cantidades de grasas trans en sus productos
alimenticios en más de 73%', según se asegura en un comunicado de la Asociación
de Productores de Alimentos (GMA por sus siglas en inglés).
La misma FDA reveló que el consumo de grasas trans entre los
estadounidenses se redujo de 4.6g por día en 2003 a alrededor de 1g por día en
2012. Y que sólo el 12% de los alimentos empaquetados contienen un aceite
parcialmente hidrógenado.
No obstante, hay algunos alimentos que aún contienen grasas
trans y que -en caso de que se apruebe la nueva disposición- sus fabricantes
deberán modificar la forma que los producen. Algo que potencialmente, podría
aumentar sus costos.
'Va a ser un proceso más complicado para el fabricante, pues
usaban algo que antes era bien barato y accesible', explica el médico internista,
Jorge Loredo, especialista en medicina bariátrica.
EN LA LISTA DE LOS
ALIMENTOS 'SEÑALADOS' ESTÁN:
1. GALLETAS SALADAS,
DULCES, PASTELES CONGELADOS Y OTROS ALIMENTOS HORNEADOS
Estos productos generalmente contienen grasas trans -a las
que se le agregan átomos de hidrógeno para hacerlo sólido- con la intención de
hacerlas más ligeras y menos 'aceitosas'. Sin embargo, los expertos aseguran
que no son absolutamente necesarios.
'No sería necesario sustituirlas, ya que las grasas 'buenas'
juegan el mismo papel. Sólo que son más caras, cuando menos para la industria
de los alimentos, pero tienen menos riesgos y son más saludables', explica a
BBC Mundo, el químico en alimentos Fidel Belmares.
2. PALOMITAS DE MAÍZ
PARA EL MICROONDAS
Las grasas trans o sólidas se utilizan en estos productos a
efectos de su conservación. Para sustituirlos, los médicos sugieren recurrir a
la manera tradicional de preparación (con aceite líquido en casa).
'Mientras más líquida la grasa, menos manipulada, más
natural. El aceite de oliva se puede usar y no es un trans', explica Loredo.
3. PIZZAS Y PRODUCTOS
CONGELADOS
Algunos productos congelados contienen grasas trans para
prolongar su duración en el mercado. Los expertos sugieren iniciar la práctica
de comprar los productos frescos y congelarlos en casa.
En caso contrario, Loredo asegura que ya existen alimentos
congelados que no las contienen.
'Hay compañías que venden papas fritas o snacks que ponen en
su empaque que no han usado ningún tipo de trans en el alimento', explica.
4. MANTECAS VEGETALES Y
MARGARINAS EN BARRA
Cambiar el aceite vegetal líquido en sólido requiere un
cambio químico. Por ello, se recomienda que los consumidores usen mantequilla
en lugar de margarina porque, según explica Loredo, aunque de origen animal es
mejor metabolizada por el cuerpo.
'La margarina y otros tipos de grasa sólida definitivamente
no se deben usar. Se puede sustituir con aceite de oliva', dice.
5. CREMAS PARA CAFÉ
A pesar de que también existen versiones de este producto sin
grasa trans, los médicos insisten en que se pueden usar sustitutos menos dañinos.
'Se puede cambiar por leche natural, descremada o leche de
soya', dice Loredo.
6. PRODUCTOS DE MASA
REFRIGERADA (BOLLOS Y ROLLOS DE CANELA)
En estos productos, el uso de las grasas trans tiene dos usos
principales -la conservación y la suavidad de la masa, por ello, se cree que
los fabricantes podrían utilizar otros tipos de aceite (canola, maíz, etc.) en
su producción, aún a pesar de que representaría una modificación en los costos.
Sin embargo, algunos expertos creen que hay un nuevo peligro:
el que los fabricantes busquen nuevos aditivos -no necesariamente más seguros-
que prolonguen la vida de los productos en refrigeración de forma parecida a
como lo hacen las grasas trans.
7. GLASEADOS LISTOS
PARA USAR
Los glaseados 'listos para usar' son utilizados usualmente en
repostería y contienen grasas trans que los mantienen sólidos y estables por
más tiempo a temperatura ambiente.
A pesar de que las empresas están buscando sustitutos que
mantengan la consistencia, numerosos expertos aseguran que la mejor opción es
hacer el glaseado en casa 'desde cero' -utilizando azúcar, mantequilla, leche y
vainilla naturales.
ETIQUETA TRANSFAT
Gracias a las etiquetas en vigor desde 2006, es posible saber
la cantidad de grasas trans que contienen los alimentos empaquetados.
Sin embargo, los científicos piden estar atentos a los
productos en los que las grasas trans no están especificadas, como los que se
venden a granel, la pastelería y las papas fritas en los restaurantes.
'A menos que no estés en la cocina no se puede saber. Lo que
se tiene que hacer es elegir las opciones menos fritas y más naturales del
menú. Evitar la margarina y pedir aceite de oliva para el pan', recomienda Loredo.
Sin embargo, los expertos insisten en advertir que la
solución al problema de salud y obesidad de la población no radica sólo en el
veto.
Habría que hacer modificaciones importantes en los hábitos de
consumo -como leer las etiquetas, no reutilizar los aceites y medir las
cantidades.
'Lo que se requiere es modificar los hábitos alimenticios,
pues si hay un exceso de consumo de alimentos, las otras biomoléculas -como
los carbohidratos y las proteínas- se convierten en grasas y pueden ser peores
que las
trans', explica Belmares.
'Si la alimentación es moderada, sí es una buena iniciativa.
Pero si siguen los excesos, de muy poco servirá', asegura. 'Si se consumen más alimentos
de los que se requieren, la consecuencia es mala salud y mala calidad de vida'.
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