FRUTAS Y VEGETALES AL
RESCATE
Fat, Sick and Nearly Dead (GORDO, ENFERMO y CASI
MUERTO) es un documental protagonizado y dirigido por el empresario
australiano Joe Cross (41), y muestra cómo este hombre con un gran sobrepeso y
una enfermedad inmunológica, llamada urticaria crónica, decide salvar su vida,
dejar atrás los medicamentos y la comida chatarra y sanarse a través de:
UN AYUNO DE 60 DÍAS DE SOLO JUGOS DE
FRUTAS Y VEGETALES.
Cross viaja por los Estados Unidos y relata cómo se va sintiendo
con este cambio de alimentación que, finalmente, le cambia la vida.
A su vez, va invitando a otros en su viaje a que prueben este sistema de
alimentación. También muestra cómo se alimentan los estadounidenses y el mundo
occidental en general.
En el camino se topa con un camionero que sufre su misma
enfermedad y este decide seguir su ejemplo alimentario, generando cambios en su
enfermedad, su cuerpo y su estilo de vida.
GRASA O AZÚCAR, ¿CUÁL
ES PEOR?
Fat vs. Sugar (grasa versus azúcar) es un documental que registra el
experimento de dos destacados médicos de UK sometidos durante un mes a un drástico
cambio de alimentación: uno solo debe comer una dieta alta en grasas y el otro,
una alta en azúcar. Ambos doctores, Chris y Xand van Tulleken, son
hermanos gemelos, con genes idénticos.
A través de pruebas en rutinas de trabajo, pruebas físicas y
exámenes médicos se va comprobando su deterioro físico. También son entrevistados
distintos especialistas en UK y Estados Unidos, quienes hablan del efecto del
azúcar y las grasas en la alimentación.
Al final del documental se llega a la conclusión de que si
bien estas dietas extremas no son saludables, lo más perjudicial para la salud
no son ni las grasas ni el azúcar, SINO LA COMBINACIÓN DE AMBOS EN LOS ALIMENTOS
PROCESADOS.
DÓNDE VERLO: NETFLIX
ALIMENTACIÓN SANADORA
En Forks Over Knives (tenedores contra cuchillos) se
examinan diversas enfermedades degenerativas y cómo estas se podrían revertir
dejando de lado ciertos alimentos.
La investigación es presentada por dos científicos: el Dr. T.
Colin Campbell, de la Universidad de Cornell (EE.UU.), quien se especializa en los
efectos de la nutrición en la salud con el paso de los años, y el Dr. Caldwell
Blakeman Esselstyn, un renombrado cirujano de la Clínica de Cleveland, quien
propone la cura para enfermedades como la diabetes y las cardiovasculares con
una dieta basada solo en verduras, frutas y granos.
Aquí se sostiene, por ejemplo, que la idea de comer proteínas
y leche para una vida saludable es un mito y se describen distintos tipos
de alimentación en diversos lugares del mundo y cómo estas afectan la calidad
de vida de sus habitantes.
Revista Mujer Salud en la pantalla
LO QUE COMEMOS SÍ
IMPORTA
Una frase perfecta para describir el documental Food Matters
es el famoso refrán “ERES LO QUE COMES”. En él se analiza cómo los alimentos afectan nuestra salud.
Se destaca la importancia de los suplementos vitamínicos y se asegura que estos
podrían reemplazar a los medicamentos tradicionales para prevenir y tratar
enfermedades que van desde el cáncer a la depresión. Se habla de la importancia de alimentarse con vegetales y frutas
crudas y compara los tratamientos y guías que entrega la medicina ortomolecular
con la medicina tradicional.
Se revelan los superalimentos como la spirulina, su
importancia y cómo afectan nuestra salud.
Dónde verlo: Está en
Netflix
LOS BENEFICIOS
'SORPRENDENTES' DEL SOBREPESO Y LA OBESIDAD
EL SOBREPESO Y LA
OBESIDAD PODRÍAN TENER ALGÚN EFECTO POSITIVO. Lo sugiere una investigación que ha revisado los
datos de casi 2 millones de personas que se publica en «The Lancet Diabetes
& Endocrinology» y que afirma que las personas de mediana edad
con un peso bajo (índice de masa corporal [IMC] de menos de 20 kg / m2) tienen
un tercio más de probabilidades de desarrollar demencia que las personas de la
misma edad con un IMC saludable. Pero además ha visto que, sorprendentemente,
las personas obesas de mediana edad (IMC superior a 30 kg / m2) tienen casi un
30% menos de probabilidades de desarrollar demencia que las personas con un
peso saludable, lo que contradice los resultados de la mayoría de la
investigaciones previas. Es decir, al contrario de lo que se cree,
LA
OBESIDAD NO CONDUCE A UN MAYOR RIESGO DE DEMENCIA.
Los investigadores de la London School of Higiene y Medicina
Tropical y OXON Epidemiology (Reino Unido) han analizado de una base de datos
de que recoge información sobre pacientes durante más de casi 20 años, lo que
representa alrededor del 9% de la población del Reino Unido. En
concreto han analizado los registros médicos de casi 1.958.191 personas con una
edad media de 55 años en el inicio del período de estudio y una media en su IMC
de 26,5 kg / m2, lo que normalmente se clasifica como sobrepeso. Durante los
nueve años de seguimiento, 45.507 personas fueron diagnosticadas de demencia.
Y los resultados mostraron que las personas que tenían bajo
peso en la mediana edad eran un tercio (34%) más propensos a ser diagnosticados
con demencia que las de un peso saludable, y este aumento del riesgo de
demencia persistido incluso 15 años después de que se registró el peso inferior
al normal. SEGÚN EL ESTUDIO, LAS PERSONAS DE BAJO PESO TIENEN UN RIESGO UN 39%
MAYOR DE PADECER DEMENCIA COMPARADO CON UNA PERSONA DE PESO NORMAL O SALUDABLE.
SIN EMBARGO, AQUELLOS QUE TIENEN SOBREPESO EL RIESGO ES UN 18% MENOR, Y PARA
LOS OBESOS, LA CIFRA ES DE UN 24%.
SORPRENDENTE
«ES SORPRENDENTE», señaló el autor del trabajo, Nawab Qizilbash. «Lo
controvertido es que quienes tienen sobrepeso y los obesos tienen un riesgo
menor de padecer demencia que quienes tienen un peso normal o saludable»,
afirmó.
Para otro de los investigadores, Stuart Pocock de la Escuela
de Londres de Higiene y Medicina Tropical, los resultados sugieren que los
médicos, profesionales de salud pública y los políticos necesitan «repensar»
cómo identificar mejor a aquellas personas con un mayor riesgo de demencia está
en alto riesgo de demencia. También, añade, «nuestros resultados también
abren una nueva vía interesante en la búsqueda de los factores de protección
para la demencia. Es decir -explica-, si podemos entender por qué las personas
con un IMC elevado tienen un menor riesgo de demencia, es posible que los
investigadores podrían ser capaces de utilizar estos conocimientos para
desarrollar nuevos tratamientos para la demencia».
LOS EXPERTOS RECONOCEN QUE DESCONOCEN LAS RAZONES por las que un IMC alto podría estar asociado
con un menor riesgo de demencia. En este sentido Qizilbash reconoce que «las
razones de esta asociación inversa no son claras. Quedan muchas cuestiones por
resolver relacionadas con la dieta, el ejercicio, la fragilidad, los factores
genéticos y cambio de peso».
POLÉMICO TEMA
En un comentario, la profesora Deborah Gustafson, de SUNY
Downstate Medical Center en Nueva York (EE.UU.), escribe que la literatura
publicada sobre el IMC y la demencia es equívoca. «Algunos trabajos hablan de
una asociación positiva entre un IMC elevado y la demencia, mientras que otros
no». Y añade que para entender la asociación entre el IMC y la demencia habría
que comprender la complejidad de la identificación de los factores de riesgo y
de protección para la demencia. El informe de Qizilbash, asegura, «no
tiene la última palabra sobre este polémico tema».
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