UN EXPERTO A LA HORA DE
COMER EN TU LUGAR, HABLA
OFICINISTAS DEL MUNDO, tenemos para ustedes la guía definitiva para disfrutar
de sus sagrados alimentos frente a la computadora y no terminar con el teclado
bañado de salsa, las teclas embarradas de grasa y el mouse espolvoreado de
moronitas.
Nosotros -como ustedes- sabemos lo complicado que es entrarle
a la garnacha sin que todo tu sacro lugar se vuelva un asco, LO
PELIGROSO QUE ES ABRIR UN TUPPER SIN QUE HAYA DAÑOS EN EL MOBILIARIO, lo
irritante que es terminar con el lugar embarrado de mil y una porquerías...
(Lo anterior considerando que somos unos esclavos en tiempos
modernillos y que no podemos siquiera dignarnos a salir a tomar un poco de sol
para que a nuestro rostro llegue más luz que la de la pantalla de la
computadora).
A continuación el 1-2-3 con el que ni siquiera el de al lado
se dará cuenta de que acabas de empacarte el menú completo de la fonda de doña
Juanita (sin
salir de la oficina).
1. ELIGE TU MENÚ DE MODO QUE NO PROVOQUES OLORES INCÓMODOS
Una cosa es que no puedas levantarte de tu lugar
#PorqueResponsable y otra que toda la oficina se llene de olor a mariscos o de
la cena navideña con la que aún no has logrado terminar. Si quieres pasar
inadvertido, debes aprender a comer a discreción. Evita que te hagan el feo por
apestoso.
2. CUBRE CON UN PEQUEÑO MANTEL EL ESPACIO EN EL QUE COLOCARÁS
TUS TUPPERS
Aunque hayas adquirido los más caros (de esos que gritan a la
vista "herméticamente sellado"), uno no sabe qué tan limpio fue el
que usó el microondas antes que tú y cuánto de su platillo se haya derramado en
su interior. O, lo peor, que tu inversión se haya ido al bote de basura porque
caíste en la trampa de la publicidad engañosa y TODA TU "LONCHERA" ESTÁ
HECHA UN BATIDILLO.
3. RETA AL RELOJ, PORQUE ¿INVISIBLE? NI QUE FUERAS JACK
GRIFFIN
Debido a que estás justo en el medio del centro de mando,
tendrás que aprender a realizar movimientos rápidos. Evitar llamar la atención
también te ayudará a no ser el blanco de las burlas de los expertos en los
menús de las fondas aledañas. Una opción a considerar es acabar con
tu alimento justo cuando todos los demás están en su horario de comida.
4. APRENDE A RECONOCER LAS DIMENSIONES REALES DE TU CUERPO
Dicen que del plato a la boca se cae la sopa...; si dejaras
de ver la pantalla y te concentraras en esa cuchara sabrías que tu boca está 20
centímetros más lejos de lo que supusiste. Si entendieras la "psicología"
del tenedor (no es una maldita lanza), no estarías limpiando la mesa con el
índice y succionando los restos embarrados en tu lugar de trabajo.
5. EVITA EL CONTACTO VISUAL, PERO SOBRE TODO VERBAL, CON TUS
COMPAÑEROS
Nunca fue tan útil aquel consejo materno de "NO
HABLES CON LA BOCA LLENA". Sabes que tu oficina es un hervidero de
emociones incontrolables en el que ignoras el momento en el que te harán enojar
al grado de que... bueno... termines gritando y escupiendo todo. Evítanos la
necesidad de descripciones innecesarias, sabes de qué hablamos. Por otro lado, ¿A
QUIÉN LE GUSTA QUE SE LE QUEDEN MIRANDO MIENTRAS COME?
6. EVITA LOS "PREPARATIVOS", NO SEAS... PRESUMIDO
A todos nos gustan las tostadas con crema, queso, lechuga,
salsa y rebanadas de aguacate..., pero no cuando junto a tu computadora hay reportes
semestrales que debes revisar o engrapadoras, archiveros, fotografías y demás
ornamentos que pueden sufrir la condena de una huella grasosa que será difícil
de arrancar.
Evita dejar recuerdos de ese tipo a quienes hereden tales accesorios Godínez.
7. LIMPIEZA, POR SOBRE TODAS LAS COSAS
Hazte de la mayor cantidad de servilletas que requieras (no
seas tacaño e invierte en toallitas sanitarias). Si cada que vas a la tienda de
autoservicio, olvidas adquirir tu dotación de papel y/o toallas de limpieza, no
te quedará de otra que ir al baño y proveerte de los productos higiénicos
necesarios para tu día a día. Sí, hablamos del rollo completo.
Guárdalos (¿escóndelos?) en lo más profundo de tu cajón. Que te acusen de lo
que quieran, PERO DE COCHINO JAMÁS.
8. LA GARNACHA NUESTRA DE CADA HORA DE LA COMIDA
Hasta aquí nos habíamos referido únicamente a platillos que
requieren cuchara y tenedor para su consumo, pero nunca falta el día en el
que el antojo vence al raciocinio y terminas con UNA TORTA DE MILANESA, UNA
QUESADILLA DE HONGOS O UN PAR DE REBANADAS DE PIZZA HÍPER GRASOSAS.
Para estos casos es que necesitarás el "Botiquín de emergencia
Godínez" en el que nunca te deberá faltar un frasquito de
gel desinfectante para manos; además de un cepillo y pasta dental.
9. PIENSA EN EL FUTURO
Hoy como quiera, pero ¿y mañana? No sabes qué puedes haber
olvidado en casa: la llave del gas abierta, las llaves pegadas en la puerta, el
thermo para tu café, el tenedor para tu barbacoa, la cuchara para tu gazpacho. Nadie
en el mundo quiere verte comiendo con las manos o -peor- usando
"instrumentos" poco habituales. Lo mejor será que tengas
un suministro de utensilios que te saquen de emergencias, en caso de pérdida u
olvido.
10. VENCE AL MAL DEL PUERCO
Pasar 10 horas diarias sentado frente a tu computadora (lo
cual implica desayunar, comer y cenar con los dedos en las teclas) y que sólo
te levantes para ir al baño o a la junta que te agendó tu jefe, no es de dios. Está
científicamente comprobado (y esto sí es en serio) que UN PASEO DE 15 MINUTOS
DESPUÉS DE HABER COMIDO ES BUENO PARA TU SALUD ya que te ayuda a regular los
niveles de azúcar en la sangre y reduce el riesgo a desarrollar diabetes tipo
2.
¿Sin servilletas? Al diablo. Labios y la lengua, al ataque.
Ahora sí, estás listo para volverte un experto en las
difíciles artes de comer en tu lugar oficinal. Comparte esto con otros godínez,
no permitas que sigan cometiendo los errores de siempre.
Aunque..., lo más seguro es que TERMINES CON TU LUGAR TODO
"CHAMAGOSO" Y TE LLENES DE VERGÜENZA. Procura hacer
montoncitos con las moronas (mientras observas a la derecha y a la izquierda
comprobando que nadie te observa), retira todo de tu escritorio y tirarlo
todo en el bote de basura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario