LA GRASA, ENGORDA MÁS
QUE EL AZÚCAR
En la actualidad, distintas iniciativas buscan moderar la
ingesta del azúcar, sin embargo, un grupo de investigadores realizaron un nuevo
estudio, el cual indica que LAS GRASAS SON LAS RESPONSABLES DE LA MAYOR
INGESTA CALÓRICA TOTAL.
En el proyecto, la evidencia sugiere que, si la gente se
concentra en reducir algún tipo de alimento, éste se compensa al comer otro en
lugar de bajar sus calorías totales, lo que se le conoce como el
“sube y baja de azúcar y grasa”.
“El mensaje crítico es que LA GENTE NECESITA REDUCIR SU
INGESTA CALÓRICA TOTAL”, señaló la directora del Instituto de Salud y
Bienestar de la Universidad de Glasgow, Escocia, Jill Pell.
“Si centrar la atención en los azúcares tiene como resultado
que la gente consuma más papas fritas, entonces no podremos luchar contra la
obesidad”, agregó
la también coautora de este análisis.
Para el desarrollo del estudio, los especialistas
investigaron a 132 mil 479 personas de todo el Reino Unido, a quienes se le
realizaron cuestionarios sobre sus dietas y se les tomaron medidas corporales
en la clínica.
De acuerdo con un comunicado, de las personas que se
sometieron al estudio: 66% de los hombres y 52% de las mujeres
presentaban sobrepeso u obesidad.
En el estudio, los indicadores más fuertes de índice de masa
corporal (IMC) fueron LAS CALORÍAS TOTALES Y LAS PROVENIENTES DE
GRASAS.
Además, en comparación con la gente de peso normal, LAS
PERSONAS CON SOBREPESO U OBESIDAD OBTUVIERON UNA MAYOR PROPORCIÓN DE CALORÍAS
DERIVADAS DE GRASAS, pero menor en calorías nativas de
azúcares.
El doctor del Instituto de Ciencias Cardiovasculares y
Médicas de la Universidad de Glasgow, Jason Gill, comentó que la
gente con sobrepeso y obesidad consume más calorías que aquellos con peso
normal.
“Sin embargo, consume una menor proporción de calorías
provenientes de azúcares y una mayor proporción de calorías provenientes de
grasas”, afirmó
el coautor de la investigación.
“Por lo tanto, es importante no solamente enfocarse en REDUCIR
LA INGESTA DE AZÚCARES, sino también hacer énfasis en reducir el
consumo de grasas”, añadió.
El estudio se encuentra publicado en la revista PNAS, el cual
se realizó con datos de UK Biobank y contó con el apoyo del Fondo Patrimonial
Paterson de la Universidad de Glasgow.
VERDADES SOBRE LA
COMIDA PICANTE
EL AJÍ, LOS JALAPEÑOS, EL JENGIBRE Y LA CÚRCUMA. Todos estos alimentos tienen en
común que al entrar en contacto con la boca provocan una sensación de ardor,
calor o quemazón. Placentera para algunos, molesta para otros, lo cierto es que el
picor de estos alimentos está dado por un compuesto químico llamado capsaicina,
y en el caso de la cúrcuma por la curcumina. Ambos reaccionan con
las neuronas sensitivas de la mucosa y la piel de la boca, produciendo esa
sensación de picor, que en altas dosis puede llegar incluso a ser dolorosa. Por
ese motivo el cerebro produce endorfinas, para así reducir dicho malestar.
Desde el punto de vista culinario LOS PICANTES MEJORAN EL SABOR DE
LAS COMIDAS, incluso pueden reemplazar de forma parcial o total
ingredientes menos recomendables como la sal, el azúcar o salsas muy calóricas.
Y
para la salud poseen varios beneficios, principalmente por su potente poder
antiinflamatorio y antioxidante.
BENEFICIOS
El doctor Roberto Gabarroche, nutricionista de clínica
Avansalud, detalla sus beneficios:
– Al ingerirlos otorgan saciedad precoz por el picor que producen,
por lo que es una buena alternativa para reducir la ingesta de calorías en
quienes deseen controlar el peso corporal.
– Son alimentos con un bajo o nulo aporte calórico.
– Contienen vitaminas A y C, las que refuerzan las paredes de las
arterias promoviendo una adecuada circulación sanguínea, regulando
la presión arterial.
– Algunos estudios asocian MEJORES PATRONES DE SUEÑO
en
quienes consumen regularmente alimentos o comidas picantes.
– Al consumirlas elevan los niveles de endorfina y
serotonina, aumentando la sensación de bienestar y mejorando el estado de ánimo
en situaciones de estrés, previniendo la depresión leve.
– Actúan como expectorante en casos de infecciones respiratorias,
asma o bronquitis crónica.
– Poseen propiedades antiinflamatorias, especialmente a
nivel cardiovascular; controlan los niveles de colesterol en sangre y mantienen
la indemnidad de las paredes arteriales.
– Reducen o alivian los síntomas de la gripe,
especialmente la congestión nasal.
– A nivel de la farmacología, la capsaicina ha sido empleada
como PRINCIPIO
ACTIVO EN LA ELABORACIÓN DE FÁRMACOS DESTINADOS A NEURALGIAS, NEUROPATÍA
DIABÉTICA Y AFECCIONES DIFUSAS EN LA PIEL.
SE DICE QUE…
– Ayudan a adelgazar
Si bien no existe un sustento científico que lo avale, sí
podría ayudar a mantener o disminuir el peso ya que los alimentos picantes
pueden otorgar una saciedad precoz por el picor que producen, además de ser
alimentos con un bajo o nulo aporte calórico. “Es una buena
alternativa para reducir la ingesta de calorías en aquellas personas que desean
controlar su peso corporal”, dice Roberto Gabarroche, pero aclara que no es
efectivo que eleven el metabolismo o que quemen grasas. “El eje principal en la
reducción del peso es considerar hábitos saludables que incluyan actividad
física, una alimentación equilibrada y supervisada por un nutricionista”,
explica.
– Ayudan a combatir el cáncer
Efectivamente hay diversos estudios que dicen que la
capsaicina ayuda a reducir el crecimiento de células cancerosas o que en países
donde las dietas son tradicionalmente ricas en este compuesto, como la India,
existe una menor tasa de algunos tipos de esta enfermedad. Pero
para el nutricionista Roberto Gabarroche estas pruebas no son ni concluyentes
ni convincentes al momento de incluirlo como una alternativa de terapia o de
prevención del cáncer. Magdalena Acevedo, nutricionista y health coach, tiene
otra opinión; según ella las comidas picantes sí han mostrado tener algunos beneficios
en el tratamiento, incluso que hay investigaciones que confirman que suprime el
crecimiento de las células de cáncer de próstata, sin dañar las células
normales.
– Tienen poder saciante
En este punto sí coincide la mayoría de los nutricionistas: la
comida picante nos dejan una sensación de saciedad, por lo tanto ayudan a
moderar la ingesta de otros alimentos. Esto, porque la capsaicina provoca la
síntesis de la hormona colesistoquinina en nuestro intestino delgado. “ESTA
HORMONA ES CAPAZ DE REGULAR NUESTRO APETITO”, explica Magdalena
Acevedo, y agrega que la colesistoquinina también actúa sobre las neuronas de
sustancia gris relacionadas con el dolor y sobre las neuronas del hipotálamo,
que controla la ingesta de alimentos. “Por ese motivo podría tener un efecto
significativo en la sensación de saciedad”, concluye.
– Combaten la caída del pelo y cicatrizan
“No hay estudios que demuestren que los alimentos picantes
tengan efectividad en la caída del pelo ni en la cicatrización”, dice la
dermatóloga Carla Muñoz, directora médico de Globaderm, pero sí se ha utilizado la
capsaicina en forma tópica para el manejo de dolores cutáneos y también para
neuralgias postherpéticas.
OJO
Las personas con antecedentes médicos como alergias a las
sustancias presentes en estos alimentos, o problemas a la piel, gastritis,
síndrome de colon irritable, hemorroides u otra alteración gastrointestinal,
deben evitar su consumo. Además, no es recomendable consumirlos antes de
dormir porque pueden causar molestias gastrointestinales o dificultades para
dormir en personas sensibles al calor, ya que aumentan la temperatura corporal.
Los alimentos picantes pueden otorgar una saciedad precoz por
el picor que producen, además de ser alimentos con un bajo o nulo aporte
calórico. “Son una buena alternativa para reducir la ingesta de calorías en
aquellas personas que desean controlar su peso corporal”, dice
Roberto Gabarroche.
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