BIOPOLÍMEROS, ENTRE LA BELLEZA Y LA MUERTE
LAS MUJERES VENEZOLANAS, QUE SON DE LAS QUE MÁS
CIRUGÍA ESTÉTICA EMPLEAN EN EL MUNDO, están pagando
las consecuencias por el uso de la inyección de biopolímeros.
“A mí me gusta
el modelaje, pero no tenía el cuerpo suficiente como para poder practicarlo,
entonces quería hacerme algo para mejorar, y ése fue un regalo de mis padrinos,
era algo normal, por eso lo hice”, explica la joven María Molero, a la que con tan solo 15 años de edad
sus padrinos le regalaron la inyección de biopolímeros.
“Conozco muchos
casos, una amiga de mi mamá estuvo hospitalizada porque su cuerpo rechazó los
químicos, entonces se le formaron abscesos… estos días mi mamá me contó que la
pobre no se puede ni sentar, tiene que estar todo el día de pie o acostada boca
abajo por el dolor”, explica Molero.
Lo que María
alguna vez deseó se ha convertido en un problema para su salud. Molero tiene
ahora 17 años y critica la ausencia de información sobre LAS CONSECUENCIAS DE INYECCIONES DE BIOPOLÍMEROS: “Yo pienso que en
los colegios deberían hablarnos a las muchachas de eso, en todo mi bachillerato
nunca hablamos en clase, no hablamos sobre LA
CIRUGÍA ESTÉTICA…
eso hay que discutirlo porque muchas de nosotras queremos hacernos cosas para
ponernos más bonitas, pero pocas conocemos lo que nos puede pasar si algo sale
mal”.
SILICONA LÍQUIDA ILEGAL ASEQUIBLE
Cabe destacar
que aproximadamente el 90% de las
venezolanas que se han inyectado esta sustancia son mujeres de escasos recursos
económicos.
Los biopolímeros
son compuestos (químicos/naturales) que sirven para rellenar o aumentar partes
del cuerpo. Son utilizados frecuentemente para aumentar glúteos, pómulos etc. Se trata de silicona líquida compuesta
principalmente por PMMA (Polimetilmetacrilato).
El producto ha
originado numerosos daños en la salud de las personas que lo han utilizado: infecciones, aparición de nódulos,
endurecimiento en áreas del cuerpo, enrojecimiento, calor y ardor en la zona
inyectada y en general daños a la piel y los músculos donde fue aplicada la
dosis.
Como en muchos
países del mundo, en Venezuela el uso de biopolímeros es ilegal.
El número de
casos de afectados por este compuesto van en aumento en Venezuela. De acuerdo
con la “FUNDACIÓN NO A LOS BIOPOLÍMEROS”, 17 personas han
perdido la vida como consecuencia de inyección de la sustancia, y es que a
pesar de ello y de su prohibición legal, son muchas las personas (mujeres y
hombres) que siguen jugando a la ruleta rusa de la “belleza y muerte”.
Un popular dicho
en Latinoamérica dice que “PARA SER BELLA, HAY QUE VER ESTRELLAS”.
Y en la sociedad venezolana, ese refrán popular tiene raíces profundas: las
mujeres más jóvenes sueñan con “hacerse las bubbies”, “subir las
pompis”, o “bótox para levantar”. Pero algunas no tan afortunadas
económicamente han recurrido a los biopolímeros para este fin.
LA LUCHA CIUDADANA
CONTRA LOS BIOPOLÍMEROS
Las consecuencias derivadas del uso de la inyección
“estética” se han multiplicado. Cada vez son
más las mujeres que llegan a la consulta médica, con sintomatologías similares.
El agravamiento de la situación provocó el nacimiento de la Fundación No a los
biopolímeros.
El primer
objetivo de esta fundación es “concientizar a las personas de lo grave
que resulta usar biopolímeros”. El segundo objetivo es “apoyar
a mujeres de escasos recursos y ofrecerles asistencia operatoria gratuita”.
En el 2011 y
después de dos años de “lucha”, la Fundación logró que en
Venezuela se prohibiera la así llamada “inyección estética”. A pesar
de ello, se sigue utilizando. La aparición de nuevas víctimas forzó la creación
de un correo electrónico con el fin de realizar una base de datos.
“De esta manera
se les pide a las afectadas que escriban a denunciabiopolimeros@mpps.gob y expliquen
su caso detalladamente”, afirma Larry Devoe, director de Servicios jurídicos de
la Defensoría
del Pueblo.
Actualmente NO
EXISTE UN TRATAMIENTO U OPERACIÓN CERTERA PARA ELIMINAR POR COMPLETO LOS
EFECTOS QUE PROVOCAN LOS BIOPOLÍMEROS.
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