CUANDO TE PONES A DIETA
Uno de los aspectos más difíciles de controlar cuando haces
dieta es LA
ANSIEDAD QUE SIENTES LOS PRIMEROS DÍAS. Después de un tiempo tu cuerpo se
acostumbra a tu nuevo estilo de alimentación y ya no sentirás la necesidad de
pan, dulces y otros alimentos que por lo regular te restringen cuando quieres
bajar de peso, pero mientras eso sucede… ¿QUÉ HACER?
SIGUE ESTOS CONSEJOS.
APRENDE A IDENTIFICAR
LA ANSIEDAD
Parece elemental, pero muchas NO TENEMOS IDEA Y CONFUNDIMOS
ANSIEDAD CON HAMBRE. Para saber si lo que sientes es ansiedad contesta
las siguientes preguntas:
Estabas tranquila, pero de pronto sentiste la “necesidad” de
comer algo
Tu cuerpo busca un paliativo al aburrimiento, estrés,
cansancio, depresión, ira. Lo motivos son muchos pero el hambre es progresiva, NO
“APARECE DE PRONTO”.
¿Puedes sustituir tu antojo por un snack saludable?
Cuando una persona tiene hambre puede calmar su hambre son
comida chatarra, pero también con frutas y vegetales. Si deseas algo dulce, grasoso o
panoso… ¡ANSIEDAD!
Comes aunque te sientes satisfecho
Cuando tienes hambre dejas de comer cuando te sientes
satisfecho.
Quienes comen por ansiedad, por el contrario, simplemente siguen para
“PASAR EL RATO” o porque les quita el estrés o porque les
produce alegría, etc.
Consejos para controlar la ansiedad
Una vez que identificas que ESTÁS COMIENDO POR ANSIEDAD,
PUEDES CONTROLARLA. ¿Cómo? Aquí
tienes unos tips muy prácticos.
Come a tus horas
Lo principal es no dar oportunidad a que el hambre real
se manifieste. NUNCA DEJES PASAR MÁS DE 5 HORAS ENTRE CADA
COMIDA porque obviamente eso aumenta tu apetito y hace que la ansiedad se manifieste
al 1000%.
No olvides tus colaciones
La idea de comer tres veces al día ya quedó en el pasado,
ahora se sabe que debes hacer al menos 5 comidas (obvio, dos pequeñas colaciones) para
estimular las funciones de tu metabolismo. Fuera garnachas o dulces de la
maquinita, prefiere fruta, frutos secos o vegetales con chilito.
Bebe líquidos
Agua, tés relajantes o jugos depurativos “ENTRE COMIDAS” te
ayudan a controlar la ansiedad y ocupan el volumen gástrico, por lo que te
brindan sensación de saciedad hasta que sea la hora de la comida.
Aumenta tu consumo de
fibra
La fibra también nos ayuda a sentir saciados, pero además,
hace que mejore el tránsito intestinal, llevándose a su paso todos los
deshechos. DIRÁS ADIÓS AL ESTREÑIMIENTO.
Incrementa tu actividad física
LO REPETIRÉ HASTA EL CANSANCIO, si haces ejercicio, bajarás en automático
tu nivel de estrés y de ansiedad. Además de QUEMAR CALORÍAS, LIBERARÁS
ENDORFINAS QUE NOS HACEN SENTIR BIEN.
Dile adiós a la culpa
LA CULPA ES UN CÍRCULO VICIOSO. Nos atracamos de comida por ansiedad, nos
da culpa y el remordimiento nos hace comer más. Parece ilógico,
pero así funcionamos. Por tu bien, tienes que comer consciente. Si ya guardaste
la dieta por semanas y un día tienes un evento, fiesta o simplemente te dio
ganas de comer un pastel (por ejemplo), cómetelo con responsabilidad, vuelve a
los hábitos saludables y no te vayas “COMO HILO DE MEDIA”. Recuerda
que no subimos de peso por un pastel de vez en cuando sino por muchos pasteles
y todos los días.
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