MITOS DEL EJERCICIO
PARA GLÚTEOS
1. EL EJERCICIO AERÓBICO DISMINUYE LA GRASA DE LOS GLÚTEOS. Si... Y no. El ejercicio aeróbico
(correr, remo, ciclismo, 'spinning'...) 'quema' la grasa, pero no sólo de
nuestros glúteos, sino de todo el cuerpo. Olvídate de que corriendo quemas más
grasa en las piernas. Perderás prácticamente la misma haciendo piragüismo, por
poner un ejemplo. Si de verdad quieres aumentar la efectividad del ejercicio
aeróbico prueba con el 'HIIT' (ejercicio a intervalos de alta intensidad).
Tener unos glúteos firmes y tonificados casi se ha convertido
en una obsesión estos días, pero haciendo ejercicio de manera constante los
ejercitaremos y realzaremos casi sin darnos cuenta. Foto: Gtres. © MujerHoy
Tener unos glúteos firmes y tonificados casi se ha convertido en una obsesión
estos días, pero haciendo ejercicio de manera constante los ejercitaremos y
realzaremos casi sin darnos cuenta. Foto: Gtres.
2. Hacer Ejercicio Con Pesas Incrementa El Tamaño De Mis
Glúteos. No es
del todo cierto... Los ejercicios con pesas están indicados cuándo lleves un
tiempo entrenando y notes un estancamiento en tu progresión. Por más que hagas
ejercicio con pesas, si no te alimentas correctamente, el músculo no se
'expanderá'. Cuando ejercitas un músculo se rompen fibras musculares que se
sustituyen por otras más grandes y fuertes mientras estás en reposo. Pero es un
cambio que se logra poco a poco, así que no tengas miedo en tener el culo de
Kim Kardashian de la noche a la mañana...
3. BEBER MUCHA AGUA HACE QUE SE ACUMULE GRASA EN LOS GLÚTEOS. Otro mito más falso que un euro de
madera... Lo que se acumula en tus glúteos (y en tu abdomen, 'cartucheras' y
muslos) es grasa, no agua. De hecho, el agua hace que se eliminen toxinas a
través del sudor y de la orina. Si quieres disminuir la grasa, opta por
alimentos naturales, evita en la medida de lo posible la sal, el azúcar y las
grasas 'trans' (productos de bollería industrial, entre otros). Así verás cómo
la capa que 'recubre' tu cuerpo disminuye poco a poco.
4. HAGO SENTADILLAS Y ZANCADAS Y NO CONSIGO QUE MIS GLÚTEOS
ESTÉN DUROS. Normal.
El cuerpo es un todo y por mucho que entrenes una zona específica no lograrás
que esté mejor... Si no entrenas el resto. Se trata de armonizar tu silueta y
buscar ejercicios no sólo para tus glúteos, como las sentadillas y las
zancadas, sino también para el resto del cuerpo. Complementa los ejercicios de
glúteos con otros de cuadríceps, abdomen, brazos... Y también con ejercicios
aeróbicos para 'quemar' la grasa que se acumula sobre todo en la zona de
conflicto.
5. LA BICI ELÍPTICA ES PERFECTA PARA TONIFICAR LOS GLÚTEOS. Tanto como 'perfecta'... La
bicicleta elíptica (o la de 'spinning') son tan buenas cómo el uso que las des.
Son un ejercicio más que añadir a tu entrenamiento, pero no deberías 'cebarte'
con éste u otro ejercicio por más que te lo hayan recomendado. La clave está en
'engañar' al músculo. Retarlo. Cambia de rutina cada poco tiempo, incrementa
las repeticiones, el peso o los días de entrenamiento... Todo para que tus
glúteos no se acostumbren y estén en permanente movimiento.
6. ENTRENAR TODOS LOS DÍAS HARÁ QUE MIS GLÚTEOS MEJOREN
ANTES. También
falso. De hecho, puedes obtener el efecto contrario. Recuerda, los tres pilares
de una vida sana son: alimentación, entrenamiento y... Descanso. Si no le das
un respiro a tus glúteos los puedes sobreentrenar y provocar desde agujetas a
lesiones musculares graves o pérdida de masa muscular (catabolismo). Deja
descansar a tu músculo al menos 24 horas después de un ejercicio específico. Y
si, mientras tanto puedes pasear o subir escaleras sin problema...
¿HACER DEPORTE POR LA
TARDE-NOCHE?
Hacer deporte en horario vespertino o nocturno tiene sus
inconvenientes... Pero también sus ventajas Si quieres hacer deporte por la
noche deberías saber que a esas horas el cuerpo tiene más energía... Si no has
hecho ...
¿CUÁL ES LA MEJOR HORA
PARA PRACTICAR EJERCICIO?
Esta es una de las eternas preguntas del mundillo del
'fitness' que, simplemente, aún no tienen respuesta... O al menos no una
definitiva. Cada momento del día tiene sus ventajas y sus inconvenientes a la
hora de hacer ejercicio. Y hoy en día, con el ritmo de vida tan ajetreado que
llevamos, son más las personas que dejan para el último momento del día su
dosis diaria de entrenamiento. ¿Qué beneficios (e inconvenientes) tiene
entrenar por la tarde/noche?
PROS:
- TIENES MÁS ENERGÍA. Si te has alimentado correctamente a lo largo del
día, es el mejor momento para darle a tus músculos la energía que has acumulado
durante la jornada. Cuando se entrena por la mañana, las reservas de glucógeno
están más vacías debido a que no hemos ingerido poco o nada en las últimas
horas. Esto favorece la quema de grasas, pero también el catabolismo muscular
(la destrucción del músculo) porque el cuerpo usa la proteína del músculo para
'alimentarse'. Además, la fatiga muscular aparece después debido a ello.
- La temperatura es más agradable en verano. Con la llegada del verano y las
altas temperaturas a nuestro cuerpo le es más difícil adaptarse al calor y la
fatiga aparecerá antes... Si para evitarlo madrugas demasiado, verás que tienes
menos energía, por lo que el momento ideal para evitarlo es con la caída del
sol.
- DORMIRÁS MEJOR. Después de hacer ejercicio, el cuerpo te pide una fase de
reposo/descanso para recuperarse del esfuerzo.
Lo aconsejable es dejar al menos 60 minutos de espacio entre el final de
nuestros ejercicios y la hora de dormir para que nuestro cuerpo se relaje y la
adrenalina que hemos segregado vaya desapareciendo. Esto es en el caso de un
ejercicio moderado, si optas por un entrenamiento más intenso, deja al menos 2
horas. El cansancio y el ritmo circadiano harán el resto para que cojas la cama
con ganas.
- FAVORECE TU CONCENTRACIÓN. Es un hecho, cuanto más tarde
entrenes menos ruido ambiental habrá (no sólo en tu gimnasio, también en la
casa o en la calle) y esto favorece la concentración. Y a mayor concentración,
tus músculos trabajarán mejor así que olvida las distracciones y dale fuerte.
- MENOR PROBABILIDAD DE LESIONARSE. Uno de los problemas de entrenarse a
primera hora del día o temprano es que los músculos aún no han entrado en calor
después de la fase de reposo. Esto es algo que no pasa a última hora. Tus
músculos estarán más flexibles y dispuestos, lo que mitiga de alguna manera la
posibilidad de lesionarse.
- AUMENTARÁS MÁS MASA MUSCULAR. Esto va en relación a la energía de
que disponemos a última hora del día. Al tener los depósitos de glucógeno
llenos, nuestros músculos van a asimilar mejor la carga a la que les sometamos.
En realidad, nuestro cuerpo asimila mejor el ejercicio aeróbico (correr, nadar,
ciclismo...) al mediodía y el ejercicio anaeróbico (el responsable de hacer
crecer nuestros músculos) en horario vespertino.
CONTRAS:
- DORMIRÁS PEOR. Aunque no está demostrado científicamente que la actividad
deportiva esté relacionada con una dificultad a la hora de conciliar el sueño,
varios estudios indican que hacer ejercicio muy intenso justo antes de dormir
puede alterar nuestro descanso. A pesar de todo, el nivel de adrenalina en
sangre parece no tener una incidencia directa en nuestra capacidad de dormir,
así que si aun así no duermes bien, intenta hacer ejercicio una hora antes.
- EN INVIERNO LAS TEMPERATURAS SON MÁS BAJAS. Al igual que en verano es una
ventaja, en invierno hacer deporte con temperaturas más bajas puede
desanimarnos a la hora de hacer ejercicio. Si bien tampoco es un problema
mayor, ya que hoy en día existen más prendas para que soportemos el frío que el
calor.
- TU CAPACIDAD AERÓBICA ES MENOR. Cómo decíamos antes, los músculos
están más preparados para absorber sus nutrientes a última hora del día,
favoreciendo la creación de masa muscular. Pero por contra, restará algunos
puntos a la hora de crear capacidad aeróbica. Por la mañana, nuestro cuerpo
quemará grasa más rápidamente, por lo que es el mejor momento para salir a
correr, en bici o similares.
CONCLUSIÓN:
Sin duda, el mejor laboratorio es uno mismo, pues si bien
estas generalidades te pueden servir para saber qué es lo que quieres obtener
con tu entrenamiento; sólo tú puedes saber en qué franja horaria te encuentras
mejor y cuál es la que mejor se adapta a tus horarios, estilo de vida,
comidas... Prueba a entrenar en varios horarios y adapta aquel que te sea más
fácil de mantener.
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