LABIOS GRUESOS ATRAEN A LOS
HOMBRES
¿QUÉ ATRAE A UN HOMBRE? Un
estudio sugiere que los labios gruesos son más atractivos para los hombres.
Descubre qué atrae a un hombre de tu rostro y mejora tu maquillaje para seducirlos.
Aprende qué atrae a un hombre y destaca tus rasgos de forma inteligente.
¿QUÉ ATRAE A UN HOMBRE? Tal
vez la mayoría de las mujeres se realizan esa pregunta, sin embargo, un estudio
de la Universidad
de Louisville, en Reino Unido, sugiere que LOS
LABIOS son pieza clave en el juego de la seducción.
De acuerdo con
información publicada en el portal de la
BBC, la investigación detalla que LOS LABIOS VOLUMINOSOS Y GRANDES SON MÁS ATRACTIVOS PARA LOS VARONES,
YA QUE SUGIERE SENSUALIDAD.
Incluso, el investigador Michael Cunningham, director del estudio,
señala que los hombres buscan una combinación de plenitud, enrojecimiento y
calidez en los labios de una mujer, es decir, que den una sensación de
receptividad real. El
especialista detalla que los labios son muy expresivos, ya que cuando observas
a alguien que te gusta se tornan más oscuros.
En general, el
estudio demuestra que UNA NARIZ
PEQUEÑA, OJOS GRANDES Y LOS LABIOS VOLUPTUOSOS SON SEXUALMENTE ATRACTIVOS,
TANTO EN HOMBRES COMO EN MUJERES.
7 SEGUNDOS PARA ADMIRARLOS
Por otra parte,
una investigación de la
Universidad de Manchester destaca que los hombres dedican más
tiempo a mirar los labios que cualquier otra parte del rostro. Por ejemplo, si una mujer utiliza algún
tipo de maquillaje sobre éstos, los varones dedican siete segundos para
admirarlos, mientras que para los ojos dedica 0.95 segundos y 0.85 segundos en
el cabello. No obstante,
recuerda que UNOS LABIOS DEFINIDOS Y
PROPORCIONADOS CON EL RESTO DE TUS FACCIONES SON MÁS ATRACTIVOS QUE AQUELLOS
EXAGERADOS, así que trata de lucir atractiva al destacar tus rasgos de forma
natural.
¿SABEMOS SI LA PORNOGRAFÍA ES
DAÑINA?
Durante años se
ha hablado que la pornografía es dañina para quien la consume. No obstante, las
evidencias que existen en la literatura científica no son tan contundentes como
podría pensarse.
Con frecuencia
se hacen llamados para combatir la pornografía. Pero, ¿cuál es la evidencia
que sustenta que la pornografía hace daño a las personas que la consumen?
En 1961, un
psicólogo llamado Albert Bandura realizó un experimento innovador. Hizo que
unos niños observaran cómo un adulto golpeaba una muñeca inflable. Después dejó
a cada niño con la muñeca para ver lo que él o ella hacía. Los niños también le
dieron puñetazos.
Bandura concluyó
que nos inclinamos a copiar comportamientos violentos, en vez de considerarlo
catártico.
Años más tarde,
Neil Malamuth, un estudiante de psicología de la Universidad de
California en Los Ángeles, decidió estudiar nuestras reacciones a la
pornografía de una forma similar y desde entonces ha dedicado su carrera a
estudiar el tema.
En un
experimento realizado en 1986, el científico reclutó a 42 hombres y los evaluó
bajo una escala de 'probabilidad de violación'. Después los dividió en tres
grupos de forma aleatoria- Al primero se le dio una selección de material
sexualmente explícito con escenas de violación y sadomasoquismo. Al segundo,
pornografía no violenta. Mientras que el tercero fue de control y no vio nada.
Una semana más
tarde, en lo que ellos pensaron era un experimento no relacionado, se emparejó
a cada hombre con una mujer y le dijeron que ella no se sentía atraída por él.
Entonces tenían que participar en un juego de adivinanzas, y el hombre tenia la
opción de castigar a la mujer cada vez que contestara de forma incorrecta.
A partir de este
y muchos otros experimentos, Malamuth concluyó que si un hombre ya es
sexualmente agresivo y consume mucha pornografía violenta, existe una
posibilidad mucho mayor de que cometa un acto de agresión sexual.
SIMPLISTA
Algunos
activistas han usado su estudio para reclamar que la pornografía lleva a la
violación. Pero Malamuth dice que ésa es una postura muy simplista.
Malamuth hace
una analogía con el alcohol. 'Para algunas personas, el alcohol simplemente
tiene un efecto relajador, lo que les permite divertirse más. Para otros, es
cierto que el alcohol puede aumentar la probabilidad de que alguien se comporte
de forma violenta'.
'Pero si
sencillamente hago la generalización de que el alcohol causa o genera
violencia, probablemente dirás que me estoy pasando por alto muchos matices'.
El experto
agrega que esto es parecido con la pornografía. 'Para algunas personas se puede
ver como un aspecto positivo en sus vidas y de ninguna forma los lleva a
comprometerse en comportamiento anti social. Pero para otros que tienen
distintos factores de riesgo, es como echarle leña al fuego'.
A los activistas
antipornografía les preocupa que la pornografía extrema se convierta en una
tendencia.
Gail Dines, profesor
de sociología y estudios de la mujer en el Wheelock College de Boston, Estados
Unidos, cree que cuesta mucho encontrar pornografía no violenta en la red.
'Incluso Jules
Jordan, un conocido director de películas porno, ha dicho que no puede mantenerse
al día con el deseo de su afición por porno violento', señala Dines.
En esto discrepa
el neurocientífico computacional Ogi Ogas. Él y su colega Sai Gaddam
recolectaron la información de mil millones de búsquedas y sitios porno y
descubrieron que muy poco de ese contenido era violento.
De acuerdo con
sus datos, la mayoría de las personas buscando material sexualmente explícito usan como palabra clave 'JOVEN'. Las
siguientes categorías más populares son 'GAY', 'MILF', 'PECHOS' y 'ESPOSAS
INFIELES'.
'Los
intereses sexuales son muy monótonos',
señala el experto. 'El número medio de intereses sexuales que busca la gente fue dos.
Buscan las misma cosas día tras día'.
Al experto le
sorprendió la popularidad del llamado 'porno de abuelas'.
'Mujeres en sus cuarenta,
cincuenta e incluso sesenta son muy buscadas', revela. 'De hecho, el Reino
Unido es uno de los países que ha generado los mayores niveles de popularidad
de porno de abuelas'.
Ogas calcula que
una de cada seis o siete búsquedas en internet es por pornografía. Su
prevalencia y accesibilidad de los niños ha llevado a los investigadores a
cuestionar el efecto que está teniendo en la gente joven.
OPINIÓN Y NO INVESTIGACIÓN
A principios de
este año, el comisionado para la niñez del Reino Unido pidió a académicos de la Universidad de
Middlesex que revisaran toda la evidencia disponible acerca del efecto en
adolescentes. Se presentaron más de 40.000 estudios, pero sólo 276 cumplieron
con los criterios requeridos incluyendo la ausencia de un 'ángulo ideológico
muy particular' o de problemas metodológicos.
La psicóloga
forense Miranda Horvath y sus colegas se sorprendieron al constatar la calidad
de la investigación y en 'la cantidad enorme de artículos de opinión que
alegaban ser producto de una investigación, cuando en realidad estaban basados
en la opinión'.
¿Qué
concluyeron entonces sobre los efectos de la pornografía en los jóvenes?
'LA
PORNOGRAFÍA HA SIDO LIGADA A ACTITUDES IRREALES SOBRE EL
SEXO, creencias de que la mujer es un objeto
sexual, opiniones más frecuentes sobre sexo, y niños y jóvenes que ven
pornografía tienden a asumir menos actitudes de género progresistas'.
La mayoría de
los estudios más recientes en este campo han sido de correlación. Esto significa que, por ejemplo,
preguntas a una muestra de gente joven si ven pornografía, o con cuánta
frecuencia, y luego les preguntas lo que piensan sobre el sexo y actitudes de
roles de género.
Pero no es
posible establecer causalidad a partir de estos estudios de correlación y decir
si la pornografía está cambiando o reforzando actitudes.
'Ese es el
verdadero siguiente paso que los investigadores deben tomar', explica Horvath.
'Tratar de identificar qué ocurrió antes'.
DILEMA ÉTICO
La única manera
segura de hacerlo es con el tipo de experimentos aleatorios controlados que
Malamuth realizó en UCLA, donde exponen a la gente en un laboratorio a
pornografía violenta y se observa los efectos que tiene en ellos.
Pero Malamuth
dice que ya no puede conducir estas pruebas, en caso de que esté en lo correcto.
'Nosotros y
otros investigadores nos hemos topado con el dilema de comités de ética que
dicen, bueno, creemos que tus efectos son válidos y, por lo tanto, nos preocupa
mucho que en algún momento nos vayan a demandar si al menos una persona sostiene
que cometió un acto de violación tras ser expuesto a ciertos materiales de tu
investigación'.
En otras palabras, es poco
probable que investigadores puedan algún día probar que la pornografía está
causando cambios en el comportamiento
Horvath cree que
es hora de desechar la idea de buscar la causa y efecto y que, en vez, hay que
concentrarse en:
'identificar las
características, vulnerabilidades y fortalezas de los jóvenes y cómo y por qué
pueden estar relacionadas a sus experiencias con la pornografía'
El siguiente
paso, asegura la experta, es que los investigadores amplíen sus preguntas para
considerar la pornografía en un contexto mayor.
'Con frecuencia
escucharás a la gente decir, vi un video musical o algo en la tele que es muy
parecido a lo que verías en pornografía'.
'LA
GENTE JOVEN VE ESTAS IMÁGENES SEXUALIZADAS CADA DÍA Y EN TODA
UNA VARIEDAD DE CONTEXTOS Y NO TODAVÍA NO ENTENDEMOS COMPLETAMENTE CÓMO
PROCESAN ESTO, y cómo o si incluso hacen una distinción entre, vamos a decir,
un video musical y pornografía'
HOMBRES Y CIRUGÍA PLÁSTICA:
SIN TAPUJOS, PERO CON LÍMITES
Los hombres
latinoamericanos parecen haberle perdido el miedo al bisturí. El campo de la
cirugía plástica ya no es exclusivo del mundo femenino.
Ya desde la Historia Antigua
el hombre se esforzaba por ocultar sus cicatrices, y poco a poco, su interés en
mejorar su físico ha ido en aumento, llegando a dejar de lado el mito de que la
medicina estética es sólo para las mujeres. Además, el hecho de que los hombres
recurran este tipo de procedimientos empieza a verse con mayor naturalidad y a
no conllevar, ni arrastrar una serie de recelos y tapujos, que hasta hace poco
convertían este tema en un tabú. “Ahora todo eso ha cambiado”,
afirma Edgar Rojas, un joven mexicano que se sometió a una liposucción de
abdomen.
“La sociedad
hace que uno quiera sentirse bien y no apartado y TENER UN BUEN CUERPO ES IMPORTANTE. Ahora uno siempre trata
de tener mejor imagen, vestimenta, auto… Me sometí a una liposucción de abdomen
porque desde hace tiempo tenía grasa acumulada y no podía quitarla con
ejercicio. No me quedaba bien la ropa y me sentía incómodo, me molestaba. Ahora
estoy satisfecho, súper bien. Animaría a otros hombres a hacerlo, pero siempre
recurriendo a profesionales”, comenta Edgar.
Rinoplastia, liposucción, botox o cirugía en
párpados son algunos de los tratamientos o intervenciones más frecuentes entre
el género masculino. Se calcula que
aproximadamente se realizan al año 10 millones de intervenciones estéticas, y
que de ellas, un millón son hombres de todas las edades, lo que supone un
verdadero aumento debido a “que el hombre empieza a abrirse y a
reconocer que necesita estos procedimientos también”, según indica
el doctor Eric Santamaría, cirujano de la Asociación Mexicana
de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva.
“Este cambio se
debe a que el hombre no aceptaba que también es vanidoso. El hombre empieza a
abrirse más y a reconocer que necesita abrirse a este tipo de procedimientos
para sentirse y verse mejor, y por eso existe ya el término de METROSEXUAL. Son aquellos que cuidan su imagen,
actitud de belleza, bienestar. Ese tipo de pacientes son los más
frecuentes”, explica el doctor en una entrevista a Radio Nederland.
Por un lado, el
cambio de mentalidad y apertura de los hombres hacia este tema puede
considerarse como algo positivo, al liberar prejuicios y difuminar la
desigualdad de género, al menos en lo referente al físico. Sin embargo, se ha
de tener en cuenta que el mensaje masivo que transmiten los medios de comunicación
respecto al tema de la belleza y la estética, tanto masculina como femenina, ha
calado fuerte en una sociedad que a veces peca de dejarse llevar por la
superficialidad. Encontrar el límite puede resultar difícil para muchos, lo que
favorece que “la cirugía se convierta en todo un negocio que permite que crezca
una industria millonaria”, afirma el Dr. Santamaría.
“Otro punto muy
importante es escoger muy bien al médico. Desafortunadamente en muchos países
ha proliferado mucho charlatán que hace cursos de fin de semana y ejerce,
cuando se requiere la carrera medicina y seis años de especialidad en cirugía.
Los profesionales también corremos riesgos, pero mucho menor por la formación
adecuada y la experiencia. La gente
busca soluciones mágicas a bajo coste, busca esos productos de bajo coste sin
una buena asesoría”, comenta con preocupación.
Para Marcos
Bonilla, otro joven mexicano, “la cirugía estética revela problemas más
internos de lo que nos puede desvelar un bisturí”. “Los medios
bombardean con ideales estéticos occidentales que nada tiene que ver con el
aspecto real de la sociedad, no hay un reflejo real en el que el ciudadano medio pueda sentirse
ligeramente identificado y estos IDEALES, a la par de LA IGNORANCIA, EL RACISMO
Y LA INTOLERANCIA,
generan en LAS PERSONAS COMPLEJOS QUE DESEAN EXTIRPAR LITERALMENTE”, comenta
Marcos, de 28 años. Con opiniones en contra o favor, la cirugía plástica
masculina encuentra cada vez más seguidores. Algo que, siempre que sea en su
justa medida, en manos de verdaderos profesionales y SIN CAER EN EL ABUSO O EN LA DEPENDENCIA DEL BISTURÍ, PUEDE AYUDAR A QUIEN SE
VEA EN LA NECESIDAD DE
RECURRIR A ELLA PARA SENTIRSE MEJOR Y ELEVAR SU AUTOESTIMA.
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