Y TENER LOS
SECRETOS PARA SER FELIZ
¡EXTERNA LA FELICIDAD! es indispensable
PARA TRIUNFAR en todos los niveles de la vida
TODOS ANSIAMOS SER FELICES, pero lo cierto es que la
mayor parte de las cosas que nos gustan no dan dinero. Y SIN
DINERO, ES DIFÍCIL SER FELIZ. Cuántas veces hemos dicho aquello de “voy
a dejar el trabajo para vivir la vida” para darnos cuenta de que,
como mucho, podríamos acabar haciendo el 'hippie' en un pueblo de la sierra,
para volver en un par de años a la ciudad sin un duro, sin trabajo y con el
rabo entre las piernas (y, por supuesto, sin haber logrado que crezca un triste
nabo en tu huerto).
Por lo general, tendemos a pensar que en la vida debemos
elegir entre ser felices o exitosos o, como mucho, LOGRAR UN EQUILIBRIO ENTRE EL
OCIO Y EL TRABAJO QUE NO SEA ESPECIALMENTE DEPRIMENTE. Pero como
explica la doctora Emma Seppälä, directora del Centro para la Investigación y
la Educación de la Compasión y el Altruismo de la Universidad de Stanford, “buscar
la felicidad y nuestra realización personal es lo más productivo que podemos
hacer para PROSPERAR PROFESIONALMENTE”.
En su nuevo libro 'The Happiness Track: How to Apply the
Science of Happiness to Accelerate Your Success' (Piatkus), la psicóloga revisa
decenas de investigaciones sobre la felicidad para llegar a la conclusión de
que EL
BIENESTAR Y EL ÉXITO NO SON INCOMPATIBLES SINO COMPLEMENTARIOS.
“Algunas de las falsas teorías sobre el éxito que el libro
desmantela son aquellas que aseguran que NO PUEDES TRIUNFAR SIN ESTRÉS, que no
debes parar de cumplir metas, trabajando hasta la extenuación y estando
constantemente concentrado”, explicaba la autora en una entrevista
con CBS News. “SOMOS DE HECHO MÁS CREATIVOS CUANDO NO ESTAMOS CONCENTRADOS, y
es algo que ha comprobado la neurociencia. LA GENTE REALMENTE EXITOSA E IMAGINATIVA
ES AQUELLA QUE TIENE MÁS TIEMPO QUE PERDER”.
Hoy en día, asegura Seppälä, muchos vivimos en una suerte de
“exitismo”, tratando de cumplir un objetivo tras otro, pesando que, en algún
momento, lograremos ser felices. El problema es que la felicidad no es una
carrera de fondo, es un estado, y no vamos a alcanzarlo por correr más y más.
Lo que debemos hacer es seguir estos seis consejos:
1. DEJA DE PENSAR EN EL FUTURO
La única manera de hacer cambios efectivos en nuestras vidas
reside en CENTRARNOS EN EL AHORA, asegura Seppälä. Una suerte de 'carpe diem'
actualizado en el que lo que importa es lo que estamos viviendo en nuestro día
a día y no lo que esperamos alcanzar en el futuro.
Con la intención de cumplir las metas que nos hemos impuesto,
nos sometemos a una inmensa presión, siempre tenemos que estar haciendo algo, y
eso hace que estemos cansados, tanto física como emocionalmente. “Si
tienes siempre la mente un paso por delante de lo que estás haciendo, nunca
estarás disfrutando de los éxitos logrados”, explica la profesora.
Cuando estés haciendo algo, sumérgete en ello y vive el momento.
2. DEJA DE ESTRESARTE
“Todo el mundo trabaja con la quinta marcha puesta, porque
creemos que es la única forma de ser exitosos”, explica Seppälä. Cierto es que la
ansiedad y el miedo son reacciones naturales en los seres humanos, recursos que
nos ha otorgado la evolución para sobrevivir a las amenazas, pues nos permiten
aumentar nuestra sensibilidad. El estrés, en definitiva, nos mantiene
vivos, pero se convierte en un peligro cuando lo experimentamos de forma
continua.
Si bien no podemos cambiar ciertas situaciones de nuestro
trabajo o nuestra vida personal, podemos aprender a ser más resilientes,
esto es, básicamente, nuestra capacidad para superar situaciones dolorosas de
toda índole, saliendo fortalecidos de ellas.
3. APRENDE A CALMARTE
No es ningún secreto: CUANTAS MÁS COSAS HACEMOS MÁS CANSADOS
ESTAMOS. “Cuando estás constantemente saturado, puedes acabar quemándote,
algo que le ocurre a la mitad de los trabajadores en América”,
explica Seppälä. Aprender a calmarnos es básico para gestionar nuestra energía,
y es algo que nos permitirá ser más felices.
LOS EJERCICIOS DE RESPIRACIÓN Y MEDITACIÓN SON UNA ESTUPENDA
MANERA DE LOGRAR ELIMINAR GRAN PARTE DEL ESTRÉS de nuestro día a día.
4. HAZ MÁS HACIENDO NADA
Un estudio de 2011, llegó a la conclusión de que LAS
PERSONAS SOMOS MEJORES RESOLVIENDO PROBLEMAS EN LOS MOMENTOS MÁS INESPERADOS: cuando
estamos más relajados.
Como bien saben la mayor parte de artistas, el aburrimiento
es parte indispensable del proceso creativo, pues es la fuerza que nos empuja a
hacer cosas distintas. Y, es algo que resulta beneficioso para nuestro estado
de ánimo. “Todos sabemos que es importante que nuestro cuerpo descanse
(durmiendo), pero a menudo olvidamos que es igual de importante que descanse
nuestra mente”, explica la investigadora.
5. SÉ BUENO CONTIGO MISMO
En el libro, Seppälä explica que podemos dificultar nuestra
búsqueda de la felicidad si somos demasiado críticos con nosotros mismos. “La
investigación muestra que cuando somos demasiado autocríticos y duros con
nosotros mismos dañamos nuestra resiliencia”, aseguró la doctora a
'The Huffington Post'.
Cuando nuestra autoestima descansa en nuestra habilidad para
competir con la gente que nos rodea nos volvemos más inseguros y ansiosos, algo
que desde luego no conduce a la felicidad ni al éxito. “CUANDO ESTÁS MOTIVADO POR LA
AUTOCOMPASIÓN, ENTIENDES LOS FRACASOS NO COMO UN DOLOROSO INDICADOR DE DERROTA,
SINO COMO UNA OPORTUNIDAD PARA APRENDER”, asegura la profesora.
6. SÉ AMABLE Y COMPASIVO
La mayoría de nosotros creemos que para tener éxito debemos ser
los “números uno”, pero Seppälä cree que ocurre justo lo contrario.
La
compasión hacia los demás, y el espíritu colaborativo (no competitivo) no sólo
ayuda a la gente que nos rodea, además beneficia a nuestra salud, física y
mental.
“Si tienes un modo más altruista de interactuar con las
personas y convertirte en un líder que conoce a sus empleados, tendrás un lugar
de trabajo más positivo y productivo”, explicó Seppälä a CBS News. “EL
ÉXITO VIENE DE CUIDAR, INTERESARSE Y SER RESPONSABLE DE NUESTROS COLEGAS Y
AMIGOS”.
Una idea muy similar a la del profesor de Wharton Adam Grant,
que asegura que LA GENEROSIDAD ES LA CLAVE.
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