VOLVER A CORRER A LOS
40
A LOS 40 PASAN MUCHAS COSAS,
como que te pase lo mismo cada vez que se acerca el fin del verano ese
en el que te ibas a poner más en forma que nunca y en el que resulta que no
solo NO
TE HAS PUESTO EN FORMA, si
no que la ropa de tu armario ha encogido ligeramente y los caminos que suponen
tu zona de entrenamiento, parece que tuvieran cuestas (arriba) nuevas.
Esto pasa desde que existe septiembre, pero A LOS
40 A VECES LA CLARIVIDENCIA ES MAYOR Y
TAMBIÉN MAYOR EL ESFUERZO PARA PONERNOS AL DÍA.
Eso de que los 40 son los nuevos 30 queda fenomenal
pero es… mentira. Esos dolores que te acompañan la mañana después
de una larga tirada cuando vas a…. a la ducha… esos, tienes que pensar en ir
empadronándolos en casa porque muy probablemente vayan y vengan como un hijo
adolescente.
Sin embargo, el nivel de exigencia “runística” a los 40
también es mucho más equilibrado y por eso tanto la vuelta a los entrenos
entre otras por las siguientes (y ya clásicas) razones.
TU CUERPO TIENE MEMORIA:
Llevas un tiempo quemando zapatilla y tu cuerpo es generoso y
recuerda. No empiezas de 0, empiezas desde 5
o más. El primer entreno un poco serio puede resultar algo durillo, pero
no será la tortura que esperabas por lo dicho TU CUERPO TIENE MEMORIA Y TIENE
EL CAMINITO HECHO.
Si eres de grupeta y reúnes a la manada, tendrás muchas cosas
que contar de este largo y cálido verano (y si no pues las escuchas). Quedar
para correr es una excelente manera de ponerse al día con el grupo.
Si eres de entreno solitario, puedes volver al placer de
reunirte mentalmente contigo misma para organizar la agenda FEROZ que
supone septiembre. Nadie va a molestarte entre zancada y zancada y realmente no
tienes que hacer nada porque como te he dicho anteriormente TU
CUERPO TIENE MEMORIA.
El calendario de actividades deportivas comienza a llenarse
de eventos interesantes, todos para ti. El marcador está a 0. Entra
y coge lo que más se ajuste a tus intereses. Establecer nuevas
metas es tan ilusionante como estrenar ese cuaderno tan bonito que te acaban de
regalar y que huele a nuevo. Es tu
momento y nadie te lo va a arruinar (esto me suena de algo….)
Porque después de los excesos, la vuelta a la rutina y al
entrenamiento supone que cada día notes los avances tanto a nivel de puesta a
punto como de sensaciones y eso, no lo ocultemos, ES MUY, MUY MOTIVADOR.
Porque correr ahora que empieza a bajar el calor pero todavía
no hace frío es como el sexo de las películas: TODO ES VENTAJA.
Podría seguir hasta mañana por la mañana, pero todos tenemos
cosas que hacer así que ya sabéis, queridas corredoras que habéis perreado un
poco en verano:
A LOS 40 EMPEZAR DE NUEVO NO ES PESADO, es un aliciente y nos dice que estamos
vivas como nunca y que septiembre huele a todo lo nuevo. Reconciliarnos
con nuestros kilómetros y preguntarles si nos han echado de menos es
maravilloso.
¿QUÉ MÁS PODEMOS PEDIR?
Y mientras tanto… ¡que no se os olvide respirar! TRES, DOS,
UNO… ¡RUN!
Virginia Lancha autora de "En zapatillas a los 40"
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